Marvin Harris
Marvin Harris tiene, en el mejor sentido de la palabra, una mente unidireccional. Ha seguido un camino lógico que, realmente, ha ido desarrollando; casi lo ha creado, ya que sus raíces se remontan a muchos científicos sociales, como Karl Marx, del siglo XIX, y al antropólogo del siglo xx, Julian Steward. Finalmente, la idea se conoció como «materialismo cultural». El propio trabajo de campo de Harris en Brasil y en el Africa de habla portuguesa se dasarrolló a partir de esa idea. Ha formado a varias generaciones de estudiantes en sus comienzos.
El nombre de Marvin Harris está tan relacionado con la Universidad de Columbia (donde obtuvo su licenciatura en letras en 1949 y su doctorado en 1953, y donde dio clases desde 1951 a 1981) que sus colegas no podían creerse que se fuese a la Universidad de Florida en 1981.
Town and Country in Brazil se publicó en 1956; entonces amplió su campo a Minorities in the New World (1958) (sobre el que colaboró con Charles Wagley), y Patterns of Race in the Americas (1964). También ha escrito sobre el Africa portuguesa.
Sin embargo, Harris es más conocido por los libros de texto, como The Nature of Cultural Things (1964) o su Culture, Man and Nature (1971), y por sus aventuras a gran escala en las más grandes cuestiones de la antropología. The Rise of Anthropological Theory en 1968 fue una impresionante historia de la antropología, explicada desde el punto de vista de sus profundas convicciones sobre el materialismo cultura], aunque cubriendo el campo amplia y completamente. Libros como Cows, Pigs, Wars and Witches (1974) y America Now: Why Nothing Works (1981) iban dirigidos a grandes audiencias y tuvieron mucho éxito.
Hasta ahora, el mejor resumen de la obra de Harris está en su libro Cultural Materialism: the Struggle for a Science of Culture (1979), del que se ha tomado nuestra selección. Bien escrito, muestra un interesante planteamiento de la antropología moderna.
La obra de Marvin Harris es el último episodio de la contribución de Morgan a la teoría antropológica, es decir, el enfoque «materialista» de la sociedad. La versión contemporánea de este método de entender la sociedad está perfeccionada para tener en cuenta las objeciones principales al método comparativo, lo que Marvin Harris llama «materialismo cultural». Los perfeccionamientos en la obra de Harris tienen un carácter metodológico y analítico y representan avances en el pensamiento materialista antropológico. Este progreso es lo que se considera, en los estudios folclóricos, como modernización, y no en tanto que avance teórico. Harris mantiene las mismas posiciones generales que Morgan o White dentro de los parámetros de la antropología de finales del siglo XX. Los más importantes de estos perfeccionamientos son sus visiones sobre las distinciones entre estudios de carácter emic y etic en la investigación antropológica. Esta distinción metodológica es la que distingue el materialismo cultural de otros enfoques teóricos. Según Harris, la perspectiva emic caracteriza a las estrategias de la antropología que se basan en la visión propia de una cultura, y se supone que representa una estrategia hermenéutica para el análisis cultural. Esto es contrario al método etic, que representa un enfoque exterior y, por tanto, objetivo y científico.
Otro aspecto de la obra de Harris es su carácter generalmente no evolutivo, a diferencia de otros materialistas que se han interesado por el avance de la cultura. Está más interesado en descifrar el desarrollo de rasgos culturales específicos dentro de una sociedad a través del uso de un enfoque etic y la aplicación del materialismo cultural. Harris está interesado en explorar y encontrar respuestas para preguntas como, «¿por qué los indios no comen carne de vaca?» Esta es una pregunta específica sobre un rasgo cultural y no un problema de evolución cultural. También puede decirse que es una pregunta sobre la evolución específica o adaptación. Harris enfoca éste y otros problemas desde una perspectiva etic, es decir, observa las bases objetivas y da las razones de un materialista para ese fenómeno. La propia respuesta de la cultura a la pregunta se descarta por ser emic y, por tanto, inaceptable. Los indios no comen carne debido a razones económicas, no religiosas (razonamiento etic). Comer carne acabaría enseguida con el suministro de leche por el rápido agotamiento de los rebaños. La razón religiosa representa la razón ernic de la cultura india para no comer carne. Este es, claro está, el método materialista en funcionamiento.
(De Antropología. Lecturas. Paul Bohannan y Mark Glazer. Ed McGraw Hill, Madrid 1993).
domingo, 18 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario