Ser humano es un fenómeno de comunicación. Vivimos en cuanto percibimos y compartimos. Este es un espacio para alcanzar a la mayor cantidad posible de otros seres humanos y compartir lo que vivo, pienso y juzgo.

miércoles, 31 de enero de 2007

Gustavo Bueno

EEUU / 11 septiembre 2001
El mayor atentado terrorista de la historia: Entrevista a Gustavo Bueno, Filósofo

«Hay que destruir las raíces del islam con el arma del racionalismo»

«Los musulmanes hablan en nombre de Alá, y Bush responde con Yahvé»

«En el planeta sólo hay un orden, el nuestro; mejor o peor, sólo existe el orden de los EE UU y sus aliados, nosotros, que está vinculado al capitalismo»

Incluso en el paraíso terrenal, que tal parece la casa de Gustavo Bueno en Niembro, se ventea el clima de guerra que, como un fantasma, recorre el mundo desde el pasado martes. En la mañana de ayer, acompañando las ideas con un vino de Jerez y con queso del país, el filósofo reflexionó sobre lo que está sucediendo, los antecedentes y lo que quizá nos aguarde para desgracia de todos.
—¿Qué hacer, que diría Lenin?
—Hay que atacar las bases mismas del Islam. Como sucedió con la Iglesia en el siglo XVIII y la labor realizada entonces por la Ilustración. Pero mientras se ande con tolerancia no hay nada que hacer. Hay que destruir las raíces del Islam y eso sólo se puede hacer con el arma del racionalismo. La situación es gravísima, porque se descubre de repente una especie de organización terrorista que tiene unos procedimientos y raíces muy específicos. Son suicidas, ésa es la clave.
—No ha habido aún declaración de guerra.
—Pero todo va en esa dirección. No hay un Estado visible. Es más, como ya han declarado la guerra, al menos verbalmente, tienen que encontrar ahora un Estado para justificar esa declaración. Así se cierra el círculo. Si extraditan a Bin Laden se acaba la función. Si lo extraditan haciéndolo responsable de todo y lo meten en la silla eléctrica, entonces es terrorismo, no es guerra.
—Quizá lo maten los talibán.
—Claro. Por eso hace falta implicar a un Estado como sea. Todo el mundo dice que será Afganistán. Es el que plantea menos problemas, es un país subdesarrollado y es grande como para desplegar muchas tropas con comodidad.
—No hay novedad, entonces.
—La novedad de los atentados y de lo que está detrás de los atentados se puede medir de muchas maneras. A mi juicio, está en que se trataría de un movimiento antiglobalización, pero no de forma amorfa como lo de Gotemburgo o de Génova, a base de ONG, macarras y «okupas», de anarquistas en el fondo. Hay antiglobalización anarquista e incluso antiglobalización capitalista, como en el caso de la «tasa Tobin». Muchos antiglobalización lo que buscan es una globalización en sentido contrario. El «informe Lugano» lo dice claramente. Y también el grupo francés, con más de 200 diputados a favor de la «tasa Tobin». Quieren una globalización que sea reformista dentro del capitalismo. La otra globalización es de tipo anarquista. Estos acontecimientos de Nueva York y de Washington responden a un movimiento antiglobalización o si se quiere globalizador de la ideología islámica. Por eso aterra. Se dice que al Islam no se lo puede hacer en conjunto responsable. Son muchos países y muchos de ellos, amigos de Estados Unidos. Pero no es así. Creo que un militante antiglobalizador sólo desde el Islam puede concebir algo así, unos atentados así. Ésa es la cuestión central.
—Hay clases hasta en el terrorismo.
—Estamos hablando de un terrorismo que sólo sale del Islam. Es un error considerar que todos los terrorismos son iguales. Se parecen en que se oponen al diálogo. A la paz. Pero es una semejanza externa, fenoménica solamente. Cuando se dice que hay que erradicar el terrorismo se dice que hay que ir a las raíces. El que tira una bomba, el terrorista individual, mata ciertamente, pero eso sólo es obra de dementes. No tiene importancia política. Es cosa sólo de psiquiatras. Hay otro terrorismo, como el de ETA. Por cierto, que ahora a todos les interesa decir que todos los terrorismos son iguales, España por ETA, Rusia por Chechenia y a los judíos por los palestinos, para así ir en el mismo barco de los atentados de EE UU y de las consiguientes medidas represivas. Pero no hay tal. Bueno, pues el terrorismo de ETA está planificado y con un objetivo preciso. No es mágico. El terrorismo individual es mágico, es propio de quien cree que tirando una bomba en el Liceo va a conseguir destruir la burguesía internacional. El de ETA no es mágico. Día a día ven sus avances. Y ven cómo aumentan los indiferentes, que es lo más peligroso. Allí ser apolítico es ser independentista. Saben cuál es su estrategia, pero es un terrorismo estúpido, ya que los fines de ETA son insignificantes. Crear una república independiente de Euskadi es de oligofrénicos, no cambia el orden mundial y a nadie interesa. Sería sólo una reforma administrativa. En Europa no tendría importancia. Por eso es especialmente escandaloso matar por eso. El terrorismo individual es de dementes y el de ETA, de estúpidos. Sin embargo, el terrorismo de las Torres Gemelas tiene unas raíces mucho más profundas. Todos los países aliados con EE UU en estos días son cristianos. Europa, Rusia, que es la tercera Roma, y EE UU, que se ven como herederos de Roma como se aprecia en la película «Gladiador». Comparan a los emperadores con Kennedy o Nixon, y ahí están el Capitolio y tantos edificios romanos. Así que tenemos a los cristianos frente a los orientales, que son budistas o islámicos. Se puede decir que esto es metafísica, pero no. Los denominamos por etiquetas religiosas, pero las religiones tienen otras realidades.
—Suicidas o no suicidas.
—Es clave la idea de individuo corpóreo. Es algo enteramente del cristianismo. Y creo que está ligada a la razón. No podemos razonar sin remitirnos no ya a la conciencia, a la conciencia cartesiana, sino al cuerpo. Razonar es manipular, hace relación al cuerpo. Razonar es hacer cosas con las manos. Y la manipulación es individual, aunque pueden participar otros individuos. Cualquier acción de un individuo tiene que contar con la salvaguarda de su propio cuerpo. Ésa es la exigencia ética. Un terrorista del área cristiano-romana utiliza la alevosía necesariamente. Tiene que guardar necesariamente su propio cuerpo. Los de ETA tienen buen cuidado y eso que saben que no los van a matar.
—¿Qué hay funcionando en todo esto con un origen remoto en la historia del pensamiento?
—En todo esto sigue funcionando la disputa entre Santo Tomás de Aquino y Averroes. El entendimiento agente contra averroístas. Santo Tomás sostiene que la razón, el entendimiento agente, es individual. Dicho de otra manera, sostiene que es corpóreo. Mientras que Averroes sostiene que es supraindividual. Que nos envuelve a todos los hombres. Que alguien piensa por nosotros. Es la revelación. Es Mahoma. Es el fanatismo. Un terrorismo como el que hemos visto estos días en EE UU es de unos individuos que ponen entre paréntesis su vida. Eso sólo sucede entre los budistas, sean los bonzos que se queman o los kamikazes, y entre los musulmanes. Nunca se da en un europeo o en un americano. Así como el terrorismo individual o el de ETA es, hablando en términos matemáticos, propio de cantidades despreciables, el terrorismo musulmán es de otro orden, no se trata de cantidades despreciables. Eso es lo que aterra. El Islam no tiene faz visible. Pero la red está extendida por todos los países islámicos. En el planeta sólo hay un orden, el nuestro. Mejor o peor, sólo hay el orden de los EE UU y sus aliados, que somos nosotros. Está vinculado al capitalismo. Este terrorismo hace veinte años sería atribuido a la Unión Soviética. Y bombardearíamos Moscú. Pero ahora ya no. Por eso los EE UU tienen la impresión de ser los dueños del mundo y los garantes de la moral y de las buenas costumbres. Y todo lo que no es eso es terrorismo. No preveían un movimiento antiglobalización con una ideología compacta. Pero no es el Islam. Insisto en que no se debe echar la culpa al Islam como tal organización. Pero este terrorismo globalizador y organizado internacionalmente sólo se concibe en el Islam.
—Es que Oriente...
—Los japoneses también están dispuestos a morir, que, por cierto, es algo muy distinto a ser héroe. Héroe es el que está dispuesto a morir, pero no a matarse. Está dispuesto a que lo maten, pero no a matarse. Pero un musulmán está dispuesto a matarse, a inmolarse. Para nosotros inmolarse es pecado, es absurdo. Están dispuestos a inmolarse y eso es un arma de guerra eficacísima. No está en las reglas del juego. Se supone que nadie quiere morir. Estas cosas, como lo del entendimiento agente y el cuerpo parecen abstractas, pero resulta que funcionan cuando se estrellan dos aviones contra las Torres Gemelas. No hay nada más concreto que la abstracción. Eso es lo que aterroriza.
—¿Por qué ahora?
—Bin Laden se distanció de EE UU en la guerra del Golfo. Es un millonario del petróleo. Ven el petróleo como algo que descubrió Alá para ellos. Es falso, lo descubrieron los franceses y los ingleses. Ven el petróleo como un don de Alá para hacerse cargo de sus responsabilidades, que consisten en islamizar el mundo. Bin Laden tiene esa revelación y prepara con mucho tiempo el golpe del martes. Van a dar más golpes. No podemos extirpar el problema. No cabe un «Ad extirpanda». Por eso se busca un chivo expiatorio. Los americanos no digieren esto, no lo saben, no lo ven. Hace falta mucha abstracción para ver esto. Por mucho que se diga, los musulmanes no se pueden disolver en agua bendita.
—¿Y la tolerancia como medicina?
—Si la religión cristiana deja sus dogmas y ritos deja de ser una religión. Se ve en lo que pasa ahora con los profesores de Religión: «Soy cristiana, pero no voy a misa y me divorcio». Luego no eres cristiana, eres deísta. La tolerancia es indiferencia. Si crees en una religión positiva eres intolerante. Claro que ahora la tolerancia se considera una de las virtudes clave de la democracia. Los romanos eran muy tolerantes en religión, se dice. Realmente eran indiferentes. Llegan los cristianos, no juran al emperador ni van al ejército, hacen objeción de conciencia y los machacan. No se puede dar la verdad a quien no le corresponde. La tolerancia es adulación. Es un vicio. La Iglesia al perder poder se hace tolerante. No tiene más remedio. Los musulmanes, sin embargo, son intolerantes. Pero en la Edad Media también lo eran San Raimundo de Peñafort y Raimundo Lulio y ahora están en los altares; realmente ahora no podemos rasgarnos las vestiduras. Bush citó un salmo del Antiguo Testamento. Los musulmanes hablan en nombre de Alá, y Bush les responde en nombre de Yahvé. Los dos están utilizando las religiones directamente.

Arnoldo Kraus

Arnoldo Kraus

El caso Ashley
(Fuente: www.jornada.unam.mx)

Ser "caso" en medicina no siempre es bueno. Muchas son las razones. Enlisto algunas: el enfermo presenta una patología poco frecuente, ha tenido una serie de problemas muy serios, salvó la vida después de esfuerzos extraordinarios, es motivo de nuevas terapias con las cuales algunos doctores pueden estar de acuerdo y otros no; fue víctima de negligencia o recibe, por ser "caso raro", múltiples vistas de médicos (no siempre educados). Además, quienes se transforman en "caso" suelen ser materia de enseñanza, de discusiones académicas o de publicaciones en revistas médicas.
Ser "caso" puede también tener ventajas. Doctores interesados en la docencia y en la investigación se ocupan del (o de la) afectado(a) y le brindan mejor servicio y protección, que, en muchas ocasiones, incluye atención sin costo y la procuración puntual de exámenes de laboratorio y la distribución gratuita de medicamentos.
Algunos problemas éticos pueden también aflorar en estas circunstancias. Muchos de estos pacientes dejan de ser personas ­pierden su nombre y se transforman en caso­, se convierten en "enfermos interesantes" y son objeto de demasiados estudios y de discusiones públicas que atropellan la intimidad familiar. Los casazos tienen, en síntesis, ventajas y agravantes.
Los "casos" son de sumo interés para la ética médica y la bioética. He repetido en más de una ocasión que estas disciplinas son y serán la filosofía del siglo XXI. El crecimiento imparable de la ciencia, de la tecnología y el inmenso poder económico de las compañías interesadas en investigación son algunas de las circunstancias que la sociedad, los médicos y los enfermos deben confrontar. El quid es encontrar el justo balance entre lo que la ciencia puede y el individuo quiere, entre lo que les interesa a los científicos y lo que las personas autónomas consideran es prudente. ¿Cómo resumir esos avatares?, asumiendo que el valor de la ciencia es idéntico al de la ética y que ni una ni otra pueden ser maniqueas.
Hace pocos días el mundo globalizado se enteró del caso Ashley. Ashley es una niña estadunidense de nueve años que sufre una enfermedad rara e incurable denominada encefalopatía estática que impide que la afectada hable y se mueva ­la niña permanece en el mismo sitio que la dejan sus padres. El desarrollo mental de estos pacientes es mínimo: la mente de Ashley equivale a la de un bebé de tres meses. Debido a la gravedad de la enfermedad, los padres y los médicos decidieron detener el crecimiento empleando grandes dosis de estrógenos (hormonas femeninas) aunado a la extirpación de los ovarios y de las glándulas mamarias. Con esas medidas se espera que la niña no mida más de un metro 30 centímetros y su peso no rebase los 35 kilogramos.
Los padres justificaron su postura aduciendo que, "en contra de lo pensaba mucha gente, la decisión no fue difícil para nosotros. Ashley estará físicamente mucho más cómoda si no sufre dolores menstruales, si no sufre la incomodidad de unos pechos grandes, y, sobre todo, un cuerpo más pequeño y más ligero es mejor para estar siempre tumbada o para ser llevada de un sitio a otro". Y agregan: "permite que podamos ofrecerle más comodidad, cercanía, seguridad y amor en sus comidas, en el coche, que podamos abrazarla, tocarla".
De acuerdo con sus médicos, los procedimientos endocrinológicos realizados mejorarán la calidad de vida de la afectada y la de los padres. Otros consideran que el acto es frankesteiniano y algunos bioeticistas han afirmado que "es tratarla como si fuera un bonsái". Manuel de Santiago, presidente de la Asociación Española de Bioética y Etica Médica, sostiene que la "niña tiene una dignidad como persona" y "no obtendrá beneficios biológicos claros", postura similar a la del presidente de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, quien afirma que "lo que le han hecho es tremendo; es tratarla peor que a un animal".
Los dilemas éticos son complejos. Cada historia tiene que individualizarse. Con una mirada neutral deberían sopesarse y contraponerse la decisión de los padres, la calidad de vida de la niña, la opinión de los médicos y los recursos de la ciencia. La ética médica, de preferencia la secular, debe ser censora de los factores previos.
La cuestión fundamental es definir si los padres tienen o no autoridad moral para decidir, argumento que nos remite al tema de la autonomía de los seres humanos, y, en el caso de Ashley, a nociones tan complejas como dignidad, calidad de vida y la nunca acabada discusión acerca de la definición del término persona. A esos avatares debe agregarse que algunas discapacitadas son violadas.
A sabiendas de los destrozos que producen muchas enfermedades, consciente de lo que implica la dignidad de las personas y la dignidad de quienes quieren a sus familiares enfermos, estoy convencido de que la ética médica debe apoderarse de temas tan intrincados. Por lo expuesto, estoy seguro de que los padres actuaron con amor y los médicos con humanidad.

lunes, 29 de enero de 2007

Edith Stein

Novedades en la biografía de Edith Stein

(Fuente: es.catholic.net)

ROMA, domingo, 28 enero 2007 (ZENIT.org).- Edith Stein (1891-1942) no se convirtió al cristianismo porque le cayera casualmente un libro de santa Teresa de Jesús en las manos. Su decisión ya había madurado y ese volumen lo estaba buscando, y fue el determinante que la llevó al catolicismo y no al protestantismo.Así, la santa compatrona de Europa, judía, filósofa, carmelita y mártir sabía ya de la existencia de este libro que hasta el momento, en las biografías que circulan, parecía que ignorara.Es una de las novedades que han salido a la luz recientemente y que el padre Ulrich Dobhan, ocd, comentó en la presentación de la obra completa de Edith Stein (Teresa Benedicta de la Cruz) en la Universidad Pontificia de Letrán en Roma.El carmelita alemán dijo que la conversión de Edith Stein, alimentada por la lectura de la autobiografía de Santa a Teresa de Jesús, no fue «una casualidad»: este libro no le cayó entre las manos sin más, como Teresa Renata Posselt escribió en su primera biografía de la santa, sino que fue Edith Stein a buscarlo. En efecto, el 24 o el 25 de mayo de 1921, cuando encontrándose en casa de las hermanas Reinach en Gottinga (Alemania) --Anne, viuda de Adolf Reinach y Pauline, hermana de él-- le fue brindada la oportunidad de elegir un libro de su biblioteca, fue la misma filósofa a elegir el volumen: «Vida de Santa Teresa de Ávila, escrita por ella misma». Para el padre Ulrich Dobhan, estudioso de Santa Teresa y de Edith Stein, que la santa carmelita buscara adrede esta obra está claro. Según explicó a Zenit después de la conferencia, «Edith, probablemente ya en el semestre veraniego del 1918, durante las lecciones de Husserl a la universidad de Freiburg sobre el libro de Rudolf Otto "Das Heilige", leyó el nombre Teresa de Ávila, porque viene mencionado una vez en aquel libro». La lectura de este libro también le llevó a la decisión de hacerse carmelita, aunque, por orden de sus directores espirituales tuvo que esperar hasta el octubre de 1933 para realizar este deseo, cuando, como consecuencia de la ascensión al poder de Hitler, no le fue posible ya elegir ninguna actividad en el mundo. Ulrich Dobhan, que ha supervisado la edición alemana de la obra de Edith Stein (ESGA), expuso que ésta, después de leer el famoso libro de santa Teresa de Ávila, dijo que había encontrado «la verdad» refiriéndose a lo que más tarde llamará la «verdadera fe», es decir la católica. «La exclamación “Ésta es la verdad”, que se pone generalmente en labios de Edith siguiendo la biografía de Teresa Renata Posselt después de haber leído la autobiografía de la santa española, no corresponde a lo que dijo ni refleja ni siquiera el proceso espiritual de Stein», aclaró Dobhan a Zenit.«Aquí no se habla del paso del ateísmo de Stein al cristianismo sino de la cuestión de hacerse protestante como muchos de sus amigos o católica», explicó el padre Doblan. Según el carmelita Ulrich Dobhan, «para entender bien Edith Stein, en el momento de su conversión, hace falta leer bien la autobiografía de Santa Teresa de Ávila, porque ella la llevó a la decisión de hacerse católica, después de que ya se hubiera decidido a convertirse al cristianismo, impresionada por las conferencias de Max Scheler en su período católico, pero sobre todo animada por la actitud heroica de Anne Reinach, cuyo marido Adolf cayó en la guerra en el noviembre de 1917». La obra completa de Stein en castellano ya está prácticamente completada por la editorial Monte Carmelo.

jueves, 25 de enero de 2007

II Foro Mundial de Teología y Liberación

En Nairobi el II Foro Mundial de Teología y Liberación


(Fuente: www.adital.com.br)
Por Mauro Castagnaro

Más de trescientas personas participaron en el segundo Foro Mundial de Teología y Liberación, que se llevó a cabo en Nairobi (capital del Kenia, con más de 3 millones de habitantes), sobre "Espiritualidad para otro mundo posible" del 16 al 19 de enero, en vísperas del Foro Social Mundial.

En medio de espacios de oración, cantos y bailes de grupos africanos, y rituales de procedencia maya se desarrollaron paneles, debates y mesas redondas.

El primer día, el análisis socio-económico de la situación global, hecho por François Houtart, resaltó que como nunca, ni en la época colonial, hubo tan grande extracción de riqueza del Sur por parte del Norte del mundo como la de hoy; el agronegocio, la privatización de los servicios públicos y el control de la biodiversidad son las nuevas fronteras de la acumulación capitalista, que descuida lo social y destruye el medio ambiente.

Frente a esta situación, el teólogo africano Tinyko Maluleke subrayó la necesidad que la religión diera su aporte en la construcción de una nueva visión de la realidad, el asiático Rohan Silva enfatizó la urgencia de un mayor compromiso de las Iglesias con los movimientos sociales y el jesuita salvadoreño Jon Sobrino aclaró como solo "desde las victimas podemos poner en palabra, balbucientemente, lo que es el misterio de Dios".

El segundo día, la reflexión abordó más la realidad socio-religiosa africana, con el diálogo entre el teólogo John Lukwata y Philomena Mwaura, que mostraron como las religiones en África a veces favorecen discriminaciones y racismos; los panelistas coincidieron en la idea que "una religión es autentica si es integralmente liberadora, en lo personal y en lo comunitario-social".
Por la tarde l@s participantes al encuentro se dividieron para visitar y conocer directamente la realidad de los tugurios de Nairobi, algunos proyectos de trabajo con l@s niñ@s huérfan@s y varias iniciativas de desarrollo local.

El tercer día del Foro Mundial de Teología y Liberación fue completamente dedicado a los talleres, que abordaron temas como las teologías del pluralismo religioso en contextos afro-amerindios, los tugurios como desafío a la evangelización, el compromiso de las Iglesias contra el tráfico de mujeres, la espiritualidad de las Iglesias africanas, el psicoanálisis del cristianismo, la posibilidad de una espiritualidad feminista, la necesidad de rescatar las religiones del control del fundamentalismo, el problema del Sida y las relaciones entre mujeres cristianas y musulmanas.
Algunas comunicaciones sobre estos temas fueron hechas por Maricel Mena López, Diego Irrarázaval, Daniele Moschetti, Andrea Lee Smith, Raymond Downing y Michael Ng’ong’a.

El último día empezó con una mesa redonda sobre el diálogo interreligioso desde una perspectiva liberadora. Hablando de las religiones tradicionales de África, el doctor Magesa propuso la recuperación de un espacio espiritual en la dimensión afectiva para superar el racionalismo impuesto por los occidentales; el musulmán Abdalla Ibrahim Farah instó a cristianos y musulmanes a perdonarse mutuamente, subrayando que la teología de la liberación puede ser un puente de colaboración porque llama a los creyentes al compromiso social. El maestro hindú Purshottam Rao dijo que espiritualidad es también preocuparse por la ecología y el bienestar de todos los seres vivientes; además convocó a liberar a los países de las tropas extranjeras, a la mujer de todo tipo de discriminación y a cada persona a dejar de lado su propia arrogancia. El profesor Patrick Rayan agregó que, en el cristianismo, el centro tiene que escuchar más a las periferias, recogiendo las experiencias y los aportes que vienen desde allá.

Después de una mesa redonda sobre "Espiritualidad y respeto a la diversidad", donde participaron la teóloga puertorriqueña Eunice Santana, el español Juan José Tamayo y la profesora Teresa Okure, la ceremonia de clausura tuvo dos acontecimientos trascendentes: el emotivo discurso del arzobispo anglicano de Sudáfrica, Desmond Tutu, y un homenaje a dos maestros de la teología de la liberación, el padre François Houtart, que "continúa sin descanso su compromiso con la transformación social globalizada" y Jon Sobrino, único superviviente de la masacre de seis jesuitas en la Universidad Centroamericana, en El Salvador, en 1989, cuya "enseñanza cristológica recupera la preferencia de Dios para revelarse a los pobres"

Leszek Kolakowski

Premio Jerusalem al escritor y filósofo polaco Leszek Kolakowski

(Fuente: www.prensajudia.com)


17/1/2007 El Premio Jerusalén fue instituido en 1963, y uno de los primeros en recibirlo fue el argentino Jorge Luis Borges (1969).Fueron premiados,entre otros, Bertrand Russell, Arthur Miller, Mario Vargas Llosa, Susan Sontag, Simone de Beauvoir y Milan Kundera.

El escritor y filósofo polaco Leszek Kolakowski, autor - entre otros textos- de "Conversaciones con el diablo" , será distinguido con el Premio Jerusalén de Literatura por su aporte a "la lucha por la libertad del individuo en la sociedad". Kolakowski, de 80 años, recibirá el premio, de 10.000 dólares, en el marco de la Feria Internacional del Libro, el próximo 18 de febrero. El Premio Jerusalén fue instituido en 1963, y uno de los primeros en recibirlo fue el argentino Jorge Luis Borges (1969).Fueron premiados,entre otros, Bertrand Russell, Arthur Miller, Mario Vargas Llosa, Susan Sontag, Simone de Beauvoir y Milan Kundera.

"Kolakowski es un filósofo, un escritor brillante y un historiador de ideas y movimientos sociales, y sus libros ofrecen una gran inspiración moral para todas las luchas del hombre por su libertad en la sociedad" afirmaron los miembros del jurado integrado por Menajem Brinker, Shlomo Avineri y Mijal Govrin. El escritor polaco, afiliado en 1945 al Partido Comunista, fue acusado en 1954 de "desviarse" de su ideario, y expulsado en 1966. Posteriormente fue destituido como catedrático de la Universidad de Varsovia, y en 1981 fueron prohibidas sus obras en el país.

Alejandro Rossi

Recibe Alejandro Rossi, Premio Villaurrutia de Escritores 2006

(Fuente: www.milenio.com)

El escritor y filósofo, dijo que “a mi edad, un hombre de 74 años, recibir un estímulo de esta naturaleza es como tomar un tónico para vivir más”. Tras conocer que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia Escritores para Escritores 2006, Alejandro Rossi, escritor y filósofo italiano, naturalizado mexicano, sólo sabe que se siente contento, feliz y con muchas ganas de escribir algo nuevo este año, que como siempre, hará con la mayor humildad y cuidado posibles.
“A mi edad, un hombre de 74 años, recibir un estímulo de esta naturaleza es como tomar un tónico para vivir más. Me siento vitalmente estimulado, es maravilloso”, subrayó el autor en entrevista telefónica desde Puerto Vallarta, Jalisco.
El creador de libros como “Cartas Credenciales” señaló a Notimex que su felicidad tiene tres razones principales: Primero, porque el premio lleva el nombre de uno de los grandes poetas mexicanos que es Xavier Villaurrutia, de “quien he sido lector desde mi adolescencia”.
En segundo lugar, agregó, porque es un premio que desde su fundación, en 1955, ha sido muy riguroso y muy definido hacia la literatura, y en tercero, porque desde esa fecha es otorgado a los escritores más importantes de México, y le halaga formar parte ya de ese grupo. “Me da un gran gusto recibirlo.
Además, es una satisfacción saber que el jurado que me lo otorgó es de tanta calidad, como Christopher Domínguez, un gran crítico; José Luis Rivas, grandioso poeta, y Juan Villoro, gran escritor”, destacó Rossi.
El escritor puso énfasis en que el 2006 fue un buen año para “Edén. Vida imaginada”, novela por la cual ha sido premiado ahora, y lo que más alegría le causa, dijo, es “haber encontrado lectores compresivos de mi libro”.
“Ese es el ideal de todo escritor, es lo que más importa, encontrar lectores cercanos a lo que uno escribe”, refirió el también autor de textos como “Manual del distraído”.
Oriundo de Florencia, Italia, donde nació el 22 de septiembre de 1932, Rossi recordó que han sido varios los personajes que han recibido este premio desde su creación, entre ellos, Octavio Paz, el Premio Nobel de Literatura 1990, y Salvador Elizondo, uno de los autores fundamentales de la cultura mexicana.
Otras plumas destacadas refirió han sido Juan García Ponce, Juan Villoro, Juan José Arreola, Juan Rulfo, “todos ellos, amigos míos. Este es un premio por el que han desfilado grandes escritores de la literatura mexicana”, y por eso, dijo, su mayor satisfacción.
Sobre la novela ganadora, Rossi explicó que es una búsqueda de la identidad en el exilio, un relato que parece demostrar que cuando la maquinaria del recuerdo se echa a andar no encuentra punto final.
“Mi novela habla sobre la historia de una familia, de unos hermanos que transitan de Europa a América durante la Segunda Guerra Mundial y son las adaptaciones que esta familia y hermanos, y sobre todo uno de ellos, que es el protagonista mayor”, comentó.
Rossi cursó sus estudios pre-universitarios en Roma, Florencia, Buenos Aires y Los Angeles (Estados Unidos). Se graduó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Llevó cursos de actualización en Friburgo y posteriormente en la Universidad de Oxford, donde fue miembro de Magdalen College. Ha sido becario de El Colegio de México, la Fundación Rockefeller y de la Guggenheim Memorial Foundation.
Entre las distinciones que ha recibido se encuentran el Aguila Azteca, otorgada por el gobierno de México, y la Orden Andrés Bello, concedida por el gobierno de la República de Venezuela.

Gustavo Bueno

El filósofo (Gustavo Bueno) rechaza oficializar la 'llingua' (asturiana) porque "no existe"

(Fuente: www.elcomercialdigital.com)


El filósofo y profesor emérito de la Universidad de Oviedo, Gustavo Bueno, dijo hoy en Oviedo, que hoy que el asturiano es "simplemente un modismo del español" y que, por sí mismo, "no existe". Bueno mostró así su "rechazo" a cualquier intento de oficializar la "Llingua".
El profesor realizó esas consideraciones en la presentación de la Fundación DENAES, para la defensa de la nación española, en Asturias, en un acto en Oviedo en el que estuvo acompañado por el delegado de la asociación en Asturias, Joaquín Santiago.

Según Bueno, la "lengua natal" de los asturianos es el español. El filósofo, que es natural de La Rioja pero reside en Asturias, comentó que se trasladó a la región precisamente porque la consideraba "la cuna del español". Esa imagen, dijo que está últimamente "eclipsada" porque dijo que cuando expone sus planteamientos le acusan "de forma fanática" de ser "antiasturiano".
A juicio de Bueno, los partidarios de la Llingua consiguieron "meter un gol" a la sociedad cuando pasaron de cambiaron la palabra "bable" por "asturiano". Esa circunstancia permitió un mayor acercamiento a sus "teorías", señaló.

Comentó que en Alemania hay tantos idiomas o más que en España, pero que el alemán es la lengua oficial "como condición para la igualdad en los tribunales". Añadió que si la nación pierde su idioma común, "se descompone", algo que dijo que está pasando en España.
Señaló que desde la Fundación DENAES se "vigilará" la enseñanza en los colegios para que los niños se formen adecuadamente en su idioma.

Bueno fue más allá y dijo que una de las primeras medidas que iba a acometer es protestar por una tarjeta de presentación de un consejero del Principado. Sin pronunciar su nombre, mostró la tarjeta del Francisco Javier García Valledor, consejero de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores, y dijo que en la misma está su nombre y cargo en asturiano, inglés y francés, pero no en Español. "Es un claro ataque a la lengua de todos", señaló.

En defensa de la nación española

El filósofo Gustavo Bueno presentó hoy la delegación en Asturias Fundación DENAES para la defensa de la Nación Española junto con el delegado regional, Joaquín Santiago.
La entidad tratará de "influir" en las decisiones políticas, como un grupo de presión, explicaron hoy ambos en rueda de prensa.

La Fundación, presidida por el diputado popular Santiago Abascal Conde, tiene como patronos a Gustavo Bueno, Jon Juaristi, filósofo; Alejo Vidal Quadras, vicepresidente primero del Parlamento Europeo; Fernando García de Cortazar, historiador; Adolfo Presgo de Oliver, magistrado del Tribunal Supremo, o Sabino Fernández Campo, ex jefe de la casa del Rey, entre otros.

Según explicó Joaquín Santiago, la asociación "no debería existir" porque España no debería "necesitar defenderse como nación", pero que surge porque "el consenso constitucional" de 1978 sobre el Estado de Autonomías "se ha roto con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero".
En esta línea, Gustavo Bueno insistió en que "hay un ataque decidido y constante hacia la nación española" que se demuestra "en todos los detalles" y que la suya "no es una postura alarmista".
La Fundación realizará en la región actividades divulgativas de los símbolos, historia e instituciones de España, además de "defender la lengua española", seguir "muy atentos" el debate político sobre la "renegociación" del Estatuto de Autonomía o la cooficialidad del asturiano, de la que se manifiestan "rotundamente en contra".

Joaquín Santiago insistió en que "Asturias no tiene una identidad exclusiva propia sino que es una de las zonas de España donde se gestó la nación española". Bueno criticó también el "recelo" del Gobierno, "e incluso del PP" hacia la Fundación y aseguró que la entidad no se vincula a ningún partido político sino que es "absolutamente independiente", pero sin ser "apolíticos".

miércoles, 24 de enero de 2007

La «lechuza de Minerva» frente al supuesto «búho de Minerva»

(Fuente: www.lechuza.org)

Palas Atenea, dicha más tarde Minerva, la Virgen, la Diosa de los brillantes y resplandecientes ojos, Glaucopis, de mirada viva y penetrante, como la mirada de las pequeñas lechuzas, con las que custodia durante la noche la Acrópolis, en cuyo Partenón se atrevió Fidias a esculpirla; la que había nacido de la propia cabeza de Zeus, con el hacha de bronce de Vulcano por partera; la que dio a la ciudad de Atenas el olivo como símbolo de la paz, frente al corcel guerrero de Neptuno; y ante cuya belleza el veloz Helios detuvo los ligeros corceles de su carro de fuego; la que inventó la flauta y la danza; la Diosa de la Guerra, a quien dedican el gallo, ave animosa y peleadora; y, por tanto, protectora de la Paz, de la Filosofía y de las Artes; dicha también Atrine, la indomable, Escenias, la vigorosa, Hippia, pues enseñó a domesticar los caballos, Areya, la compañera de Ares, Prómajos, la que pelea en primera fila, Nike, pues da la victoria, Eirenóforos, pues porta la paz; que guió a los argonautas en la búsqueda del vellocino de oro, etc., apartó un día a la sofista corneja de su compañía, para evitar que los hombres pudieran confundir la parlería con la sabiduría, y decidió adoptar a la callada y observadora lechuza como numen suyo.

En la España de 1585 así lo decía Juan Pérez de Moya en su Filosofía secreta, donde debajo de historias fabulosas se contiene mucha doctrina provechosa a todos estudios: «Desechada la corneja de la compañía de Minerva recibió la lechuza o mochuelo, porque esta ave ve de noche, y al sabio, entendido por Minerva, ninguna cosa se le debe esconder por encubierta que parezca; y porque así como esta ave está de día escondida y retraída en lugares oscuros, apartada de la conversación de las otras aves, así el sabio con deseo de la especulación se retrae a lugares solitarios, porque en la familiaridad y frecuencia de la gente no hay quieto reposo para filosofar; y porque el contemplar y considerar tiene más fuerza de noche que de día, y el ánimo muestra en este tiempo más vigor, por esto se denota esto más con estas aves nocturnas que con otras

Ya el gran Aristóteles, al comienzo del libro segundo de su Metafísica, había dejado escrito: «así como los ojos de la lechuza a la claridad del sol, así nuestro entendimiento a todas las cosas que son muy çiertas en la naturaleza», vertido en 1428 a la lengua, por Enrique de Villena. (Hodiernos intérpretes entienden nycticoracum por murciélago –olvidando a Vicente de Burgos en 1494: «la lechuza es nocturna y es en latín llamada nocticorax porque mucho ama la noche»– y cuelan además un alma, por si acaso: «el estado de los ojos de los murciélagos ante la luz del día es también el del entendimiento de nuestra alma frente a las cosas más claras por naturaleza».)

Minerva fue objeto de culto en las provincias del imperio romano. A la Diosa Virgen se le aplicaban calificativos de sancta, dea sancta, regina, victrix, etc., y muchos individuos y colectividades se fortalecían con su devoción: asociaciones de militares devotos de la virgen, incluso guarniciones enteras y grupos de artesanos se entregaban a la advocación de la Virgen Minerva. Se le consagraron estatuas, imágenes y altares, con lámparas de aceite encendidas toda la noche... cuando sus lechuzas no se lo bebían. Con el cristianismo la Virgen Minerva se transformó en la Virgen María, pero las lechuzas no se enteraron de esos matices teológicos, pues no cambió el magnífico aceite de oliva de las lámparas de sus altares, cada vez más numerosos: «y se bebía el aceite de las lámparas como lechuza» (Francisco Narváez de Velilla, Diálogo intitulado el capón, 1597), «como lechuza infernal, cebándose en el aceite y sustancia de los prójimos» (Francisco de Luque Fajardo, Fiel desengaño contra la ociosidad y los juegos, 1603), «y que en Dios y en su conciencia no podía ser otra la lechuza que chupaba el aceite de aquellas lámparas» (José Francisco de Isla, Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas alias Zotes, 1758) hasta el razonamiento de la lechuza de la fábula: «Lámpara, ¡con qué deleite te chupara yo el aceite, si tu luz no me ofendiera! Mas ya que ahora no puedo, porque estás bien atizada, si otra vez te hallo apagada, sabré, perdiéndote el miedo, darme una buena panzada.» (Tomás de Iriarte, Fábulas literarias, 1782).

Cuando el descubrimiento y romanización de América los españoles se fueron encontrando muchas cosas que les eran desconocidas, pero que fueron describiendo, como es natural, por analogía a las que les resultaban familiares. Y aunque había muchas especies de lechuzas en América que eran desconocidas de griegos, romanos y cristianos, véase cómo el adulterio de Atenea con Zeus, o las supersticiones atribuidas a las lechuzas en el viejo mundo, fueron enseguida detectadas hasta en los dioses precolombinos: «Capítulo quinto. Del mal agüero que tomaban del chillido de la lechuza. Cuando alguno sobre su casa oía charrear a la lechuza, tomaba mal agüero. Luego sospechaba que alguno de su casa había de morir o enfermar, en especial si dos o tres veces venía a charrear allí sobre su casa, tenía por averiguado que había de ser verdadera su sospecha. Y si por ventura en aquella casa donde venía a charrear la lechuza estaba algún enfermo, luego le pronosticaban la muerte. Decían que aquél era el mensajero del dios Mictlantecutli, que iba y venía al infierno. Por esto le llamaban yautequiua; quiere decir mensajero del dios del infierno y diosa del infierno, que andaba llamar a los que le mandaban. Y si juntamente con el charrear le oían que escarbaba con las uñas, el que le oía, si era hombre, luego le decía: Está quedo, vellaco oxihondido, que heziste adulterio a tu padre.» (Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, 1576).

La lengua española de la época del imperio distinguía perfectamente lechuzas, mochuelos, búhos, autillos y otras aves nocturnas. En los refranes: «ver de noche como mochuelo», «ver de noche como lechuza»; en el primer diccionario de la Academia de la Lengua, años antes de que Lineo intentase reducir el mundo a sus taxonomías. Pero la lechuza de Minerva, la chevêche d'Athéna de los franceses, anatematizada por algunos cristianos integristas (que gustaban representarla con una cruz sobre la cabeza, para simbolizar la sumisión de la que ellos decían falsa sabiduría), fue también marginada mucho tiempo por los naturalistas, siempre confundidos por las aves de la noche. Nada menos que hasta principios del siglo XX no se le reconoció a la lechuza de Minerva, dentro de las aves rapaces, un género propio –¿habrá ya nacido el ornitólogo que se atreva a reivindicarle, por lo menos, una subfamilia?– aunque se procuró enmendar el olvido dando a ese nuevo género el mismo nombre que la virginal Pallas: Athene. Así, la confusa Strix noctua por antonomasia fue rebautizada por los taxónomos como Athene noctua.

Pero fue un filósofo idealista alemán, Guillermo Federico Hegel, quien merced a una afortunada imagen al final del prefacio a su Filosofía del Derecho, recuperó del olvido a la lechuza de Minerva, aunque fuera al penoso precio de convertirla en triste y manido lugar común de comentaristas, articulistas y profesores de filosofía. Parece que Hegel no andaba muy fino al distinguir entre aves nocturnas, y escribió «Eule der Minerva», y no «Kauz der Minerva» o el más preciso «Steinkauz der Minerva». En la lengua de los alemanes eule es un genérico poco preciso (como lo es owl en la lengua inglesa), que se aplica de manera difusa a rapaces nocturnas. Así los diccionarios vulgares hacen corresponder eule con búho, lechuza, mochuelo... y algunos traductores de Hegel a la lengua española, sin pararse mucho a pensar lo que traducían, ignorantes de la Virgen Minerva, convirtieron al pequeño mochuelo de Minerva –Athene noctua, que mide 27 cm., pesa 200 gramos y tiene una envergadura que no llega a los sesenta centímetros, y que sólo raramente grita o charrea– nada menos que en un búho –Bubo bubo, de 70 cm., hasta tres kilos de peso y cerca de dos metros de envergadura, que ulula con frecuencia y, además, está coronado por sendos penachos o cuernecillos de pluma–. ¡Pero en qué cabeza cabe que la virginal Atenea iba a cambiar una corneja charlatana por cualquier búho ululante! ¡Y cómo imaginar tales búhos vigilando la Acrópolis, o bebiendo el aceite de las lamparillas, aceite que precisamente Palas nos enseñó a obtener de los olivos, los olivos en los que se posa precisamente su mochuelo! ¡Si se cometen estos errores de traducción al identificar realidades materiales corpóreas, qué barbaridades y alucinaciones no se cometeran al pretender trasladar de una lengua a otra ideas abstractas, máxime si estas son oscuras, ideales y confusas!
Aunque no es difícil entender el error de tales traductores, a juzgar por la forma como gustan castigar el idioma. Léanse estas cuatro variantes, realmente existentes, de la famosa frase de Hegel: (1) «Cuando la filosofía pinta el claroscuro, ya un aspecto de la vida ha envejecido y en la penumbra no se le puede rejuvenecer, sino sólo reconocer: el búho de Minerva inicia su vuelo al caer el crepúsculo.»; (2) «Cuando la filosofía pinta gris sobre gris, al claroscuro, una forma de la vida ha envejecido y no se deja rejuvenecer sino solamente reconocer. El búho de Minerva sólo inicia su vuelo a la hora del crepúsculo.»; (3) «Cuando la filosofía pinta gris sobre gris, entonces una forma de la vida ha envejecido. El gris en el gris de la filosofía no puede ser rejuvenecido, sólo comprendido. El búho de Minerva extiende sus alas sólo luego de que el polvo cae.»; (4) «Cuando la filosofía pinta el claroscuro ya un aspecto de la vida ha envejecido. Y en la penumbra no lo podemos rejuvenecer, sólo lo podemos reconocer. El búho de Minerva sólo emprende el vuelo a la caída de la noche».

No parecen estar en uso formas como «mochuelo de Minerva», y está mucho más difundido el exótico «búho de Minerva» que la castiza «lechuza de Minerva». Hay vestigios de «búho de Atenea». Lo más curioso es advertir que la mayor parte de las páginas de internet en las que aparece la forma canónica, «lechuza de Minerva», proceden de España; mientras que la mayor parte de las páginas en las que aparece la inconsistente forma «búho de Minerva», proceden de las repúblicas americanas que hablan español (por orden decreciente de frecuencias: Argentina, Chile, Méjico, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Perú). Nos limitamos, por ahora, a constatar esta observación.

La lechuza de Minerva, travestida no hace tanto en búho, es hoy símbolo de muchas entidades que quieren tener o tienen relación con la filosofía: sociedades, congresos, revistas, editoriales. (Véase, por ejemplo, la curiosa transformación del logotipo de Revista de Occidente, la editorial fundada por José Ortega y Gasset, durante el auge del nazismo: abandonaron aquellos filósofos españoles la imagen de la lechuza, que habían calcado del tetradracma griego dedicado a Minerva, para incorporar como logotipo un búho alemán, de vanguardista factura cubista y germánica.) La filosofía de tradición helénica no tiene nada que ver con el búho. Y aunque en los símbolos apócrifos se resalten grandes y brillantes ojos, si sobre la cabeza del numen sobresalen cuernecillos, podrá tratarse de un búho, pero jamás de una lechuza de Minerva.

viernes, 19 de enero de 2007

Hrant Dink

Asesinado en Turquía un intelectual juzgado por defender a la comunidad armenia

(Fuente: www.elpais.es)

Hrant Dink era director del único semanario destinado a ese grupo, y había sido procesado en tres ocasiones por sus ideas

El intelectual turco Hrant Dink, juzgado en su país en varias ocasiones por hacer referencia al genocidio armenio (la muerte de más de un millón de miembros de esta comunidad a manos de las tropas otomanas durante la I Guerra Mundial), ha sido asesinado a tiros, según informa la televisión turca. Dink fue víctima de las leyes contra la libertad de expresión de su país, uno de los baldones que se interponen en el camino de Turquía hacia la Unión Europea.

Dink, de 53 años, era escritor y director del semanario Agos, la única revista armenia de Turquía (con una tirada de 6.000 ejemplares). Había tenido que afrontar tres procesos judiciales, entre otras cosas por declarar: “No soy turco; soy armenio de Turquía”. Hoy ha recibido cuatro tiros en Estambul; la policía ha detenido a dos sospechosos a pocos kilómetros del lugar del crimen, según ha anuncido el primer ministro, Tayyip Erdogan. El gobernante ha asegurado que este asesinato constituye un ataque contra la paz y estabilidad del país.

En Turquía viven unos 60.000 ciudadanos de origen armenio, la mayoría de ellos en Estambul. En los últimos meses, una quincena de intelectuales de esta comunidad habían roto el tabú que rodea la matanza de armenios y se enfrentaban por ello al peligro de ir a la cárcel. “Aún no hay libertad total -decía Dink en diciembre-, pero el tabú se está resquebrajando”. “Hay progreso gracias a las negociaciones con la UE”, añadía.

Turquía es un país musulmán; los armenios son cristianos. El artículo 301 del Código Penal turco, aprobado en junio del año pasado, castiga con cárcel los “insultos a la identidad nacional”. Entre los intelectuales perseguidos por este delito se encontraba el escritor Orhan Pamuk, uno de los más respetados en su país y ganador el año pasado del Premio Nóbel de Literatura. ¿Su crimen? Afirmar en un periódico suizo: “30.000 kurdos y un millón de armenios fueron asesinados y nadie se atreve a hablar de ello”. La Unión Europea ha protestado contra esta ley y contra los procesos judiciales, pues deja en manos de los tribunales cuál es el límite de la libertad de expresión.

En 1915 Europa estaba inmersa en la I Guerra Mundial y el Imperio Otomano se encontraba en proceso de descomposición. Un grupo de militares quiso entonces cortar de raíz la colaboración de los armenios con Rusia, y durante ocho años les sometieron a una persecución que acabó con la vida o provocó la huida de 1,5 millones de personas. El proceso fue tan brutal que hay historiadores que hablan de genocidio; las autoridades turcas lo niegan, mientras que Armenia (cuya frontera con el país vecino sigue cerrada) habla de un millón de muertos

Aunque Pamuk fue exculpado merced a una argucia legal, quedan casi dos centenares de causas abiertas por delitos de opinión contra intelectuales turcos. El Gobierno ha dicho que nadie irá a la cárcel por expresar su opinión. Pero el año pasado la escritora Perihan Magden, también absuelta, señalaba: “Estamos sometidos a tortura psicológica. Antes de quedar exculpados en el interior de los juzgados, se nos da un escarmiento en la calle”. Magden fue juzgada por “denigrar a las Fuerzas Armadas” turcas en un diario; la escritora defendió el derecho a la objeción de conciencia de un joven pacifista

David Alvarez Martin

San Juan de la Maguana

Por David Alvarez Martín

Yo nací en un valle donde todas las tardes llovía agua fresca y cristalina, que pintaba calles y casas de charol. Apetecía en esos atardeceres una taza de chocolate caliente y una frazada para dormir tibiamente. El tiempo corría al paso y desperdicié horas infinitas en contemplar la naturaleza y la gente. En las mañanas de invierno nos arropaba la neblina más espesa que haya visto, caminaba al colegio porque conocía la ruta y al cruzar por el mercado el aire se endulzaba de café y jengibre recién colados. De arrozales inmensos se llenaba la primavera, cual océanos amarillos, y el verde intenso de los laureles pintaba casi todas las calles. El sol nos visitaba siempre tarde, porque debía escalar nuestras lomas y de chiquito aprendí que el pico Duarte estaba en el norte de nuestro valle.

Yo crecí en un valle donde los cielos siempre fueron azules y limpios, y corríamos bicicletas en grupo, por estrechos caminos vecinales, entre los sembradíos, cruzando rigolas, explorando los charcos de los ríos y nos hartábamos de mangos bajo el zumbido de millones de mimes. Cada atardecer en el parque, nos deleitábamos del concierto de chicharras mas exquisito que oído humano pueda escuchar. Sincronizadas, ondulantes en su intensidad, siguiendo una partitura secreta que aprendimos a fuerza de repetición. Los bancos de granito, siempre fríos, donde echamos tantas plática mientras pasaban a nuestro lado todos los conocidos, porque allí en mi pueblo, todos nos conocíamos.

Yo viví en un valle que al levantar la mirada por cualquier punto cardinal veía montañas. Azules, marrones, verdes y superpuestas unas a otras, de pendientes suaves, como si todas estuvieran abrazándonos. Con calles formando rectángulos hasta el río que dibujaba los limites al oeste. Mas allá, la planicie elevada de Santomé, fermentada por sangre orgullosamente dominicana, en la épica independentista. De ese pueblo, en el que en su entrada un arco emblemático señala su inicio, vengo yo, donde la tierra es la madre. Agricultores por vocación, que generación tras generación se deshacen de sus juventudes más brillantes por no poder sostenerlas. Nido vacío que alberga ancianos o campesinos venidos de lugares más pobres. Pueblo con mucho pasado y un presente disperso. Terreno enpapado con la sangre de Francisco del Rosario Sánchez y sus compañeros, vanguardia de la Restauración. Valle donde Liborio Mateo enfrentó al marine invasor y resucitó en centenares de campesinos masacrados por el autoritarismo y la intolerancia en el llano de Palma Sola.

San Juan es mi origen y cuna espiritual de un gringo irlandés, obispo, varón valiente, que enfrentó al sátrapa Trujillo, cuando muchos dominicanos se postraban a sus pies. Ahora, acunado en el corazón del valle, en la Catedral, Monseñor Reilly es testimonio indudable de que la patria se gana, no se hereda. Pero antes que virreyes, gobernadores y presidentes, tuvimos una Reina. La más hermosa, la más valiente, mártir de la libertad del noble pueblo taíno. Anacaona, soberana del cacicazgo de Maguana, es símbolo ético de nuestra comunidad, legado único en todo el país.

Mi sueño siempre está en un valle, escondido en el laberinto de mi memoria, ajeno al paso del tiempo, con los amigos y amigas de entonces. Un pueblo que ya no es el mío, ni lo será de nuevo, aunque tenga el mismo nombre y esté en el mismo lugar. Matriz de orígenes y fundaciones existenciales, base de toda mi vida. Un San Juan que está en pedazos en la memoria de aquellos que vivieron conmigo. Cuna de Orlando Martínez, limpia voz de nuestra conciencia, y de Emilio de los Santos, el triunviro que prefirió renunciar al poder, y no a gobernar con las manos sucias de sangre de Manolo y sus compañeros de Manaclas. Por los antes mencionados y quienes no menciono, orgulloso me siento de haber nacido allí y no en otro lugar.

Yo soy de San Juan de la Maguana, valle enclavado en el mismo centro de la Isla Hispaniola. Paraíso natural y semillero de tantas mujeres y hombres, que por origen o adopción, han dado lo mejor de sí a la tierra de Caonabo y patria de Duarte. Y aunque el San Juan donde nací, crecí y viví no sea el mismo de hoy, en sus entrañas más profundas guarda la misma savia que alimentó a los que nos antecedieron y nos sucederán. Porque somos hijos de la tierra que nos vió nacer y sin ella somos plantas sin raíces.

jueves, 18 de enero de 2007

David Alvarez Martin

El dato biológico.

Por David Álvarez Martín


La pregunta de quiénes somos demanda una respuesta que trascienda cualquier argumento que no pueda fundarse objetivamente. No niego la validez de explorar todas las formas de explicar ésta o cualquier otra cuestión, pero la honestidad de una averiguación radical demanda encontrar, sin dejar de dudar de su posible provisionalidad, una respuesta allende creencias o suposiciones. ¿Quiénes somos? Cada uno es resultado de la integración biológica de un hombre y una mujer (cuando la clonación se generalice será otro problema), de un ovulo y un espermatozoide, con independencia de que sean a quienes llamamos padre o madre.
Los dos seres humanos que brindaron su material genético para formarnos son resultado de un proceso similar, por tanto, allende nuestra inmediata conformación, somos resultado de una inconmensurable cadena de uniones genéticas que se remontan al surgimiento de nuestra especie y, tras de ella, de las especies de donde evolucionamos hasta el mismo surgimiento de la vida, fuera en nuestro planeta, o procedente de otras partes del universo, o ambas a la vez.
Abiertos a todas las posibles conquistas de la ciencia en el futuro, es innegable que cada uno de nosotros es resultado, en último término, de un modo particular de lo que llamamos vida y por evolución de dicha realidad existimos como parte de una forma particular, eso que llamamos homo sapiens, y dentro de esa especie somos cada uno un individuo con las particularidades de un largo proceso de mezcla de características de miles y miles de uniones de hombres y mujeres que nos precedieron.
Constituidos como la individualidad que somos, el dato biológico nos brinda posibilidades que hasta el momento no conocemos en ninguna otra especie de ser viviente, somos los únicos conscientes de nosotros mismos y nuestro entorno, capaces de aprender hasta niveles muy complejos de abstracción, experimentamos fenómenos como la esperanza, las creencias y la sensibilidad estética, vivimos con sentimientos y emociones. Coronamos esa gran riqueza genética con la razón como espacio de sentido a la capacidad consciente de que estamos dotados. Por ultimo, fruto justamente de esas dotes propio de nuestra especie, miramos hacia delante y tenemos a la muerte, la de cada uno de nosotros, como limite absoluto.
Esta es nuestra plataforma para cualquier ulterior divagación acerca de nosotros mismos como individuos o especie. Incluso quienes consideran la existencia de factores allende la naturaleza biológica, lo hacen por y desde su realidad biológica.

Susan Haack

Verdad y corrupción

El camino más realista y prometedor tiene que ver con normas, reglas y estándares cuya trasgresión tenga consecuencias que no admitan segundas interpretaciones.

(Fuente: www.lanacion.cl)

Edison Otero Bello

Aunque nos rodean oleadas de relativismo moral, me atrevo a sostener que hay verdades rotundas, verdades “del porte de una catedral” como se decía en tiempos en que las catedrales eran los edificios más altos en las ciudades. Por ejemplo, la afirmación “el poder corrompe” es rotundamente verdadera, como lo es también la afirmación complementaria de que “el poder absoluto corrompe absolutamente”.
He leído y oído decir que ambas afirmaciones tendrían origen en la China antigua. Pero resulta claro que se trata de un dato absolutamente irrelevante. No lo sería si las mencionadas afirmaciones fueran antecedidas por la frase “en China”. Pero ninguna de ambas afirmaciones especifica lugar o tiempo, o condición especial. En consecuencia, no sostienen que la corrupción asociada al poder sea un fenómeno chino, australiano o, eventualmente, ruso, de ésta o aquella época. Sostienen, más bien que, no importa de qué circunstancias se trate, el poder corrompe siempre. ¿Quién podría negar esta rotunda verdad?
Por supuesto, no hay que sacar conclusiones precipitadas a partir de tamaña verdad. Porque se podría inferir, por ejemplo, que si el poder corrompe lo que habría que hacer es eliminar el poder, hacerlo desaparecer, impedirlo de un modo; tesis que, como se sabe, ha sido el sueño permanente de los anarquistas.
Pero esa conclusión es de una ingenuidad risible. La sola idea de suprimir el fenómeno político, económico y social del poder, raya en el absurdo. Pero, no es menos ingenua la idea de que la corrupción resultante del ejercicio del poder pueda ser disminuida en la esperanza de que cada jefe, cada responsable, cada funcionario, cada militante, realice en su personal y privada conciencia un ejercicio de rigor moral y se abstenga de comprometerse en conductas a las que cabe el adjetivo de “corruptas”.
Ninguna conciencia moral individual solitaria podría, ni por asomo, remontar la cuesta debajo de las prácticas corruptas. Eso sería equivalente a sostener una concepción demasiado optimista acerca de la naturaleza humana, cuestión que no se compensa con sostener la concepción pesimista equivalente contraria.
El camino más realista y prometedor tiene que ver con normas, reglas y estándares cuya trasgresión tenga consecuencias que no admitan segundas interpretaciones. Porque, en efecto y según lo respalda sobradamente una y otra vez la experiencia acumulada, no hay nada más estimulante para el contagio de la corrupción que la práctica generalizada de la corrupción misma y, complementariamente, la comprobación práctica de que esas conductas no tienen consecuencias negativas ejemplarizadoras para sus ejecutores.
Un ejemplo tomado del mundo de la pedagogía puede graficar el asunto. Si un alumno mediocre tiene la posibilidad de rendir una y otra vez el examen de una asignatura hasta aprobarla –como consecuencia de generosísimas políticas de promoción inspiradas en consideraciones financieras-, este solo hecho desalienta a aquellos otros estudiantes que aprueban de una vez, de manera meritoria, sin segunda o terceras oportunidades.
Como el sistema no hace diferencia entre una cosa y otra y no estimula el mérito, lo que se generaliza es la convicción de que, se estudie afanosamente o no, esa asignatura –o ese plan, o esa carrera- es aprobable de un modo u otro. En consecuencia, se instaura la mediocracia, tanto para los estudiantes como para sus profesores. La única salida a este marasmo generalizado es que haya claros y conocidos estándares de calidad no negociables, que se hagan respetar a todo evento.
Otro ejemplo inquietante puede ser tomado del mundo de la ciencia y la relación compleja de la investigación con las industrias y las empresas que con bastante frecuencia la financian. Presionadas para obtener presupuestos que les permiten operar, muchas universidades en el mundo desarrollan alianzas con las empresas, cuestión que en teoría luce razonable particularmente cuando los Estados han estado revisando el grado de su responsabilidad en el desarrollo y mantención de los sistemas de educación superior.
Muy recientemente, la filósofa estadounidense Susan Haack ha llamado la atención sobre el conjunto de prebendas, regalías, apoyos, asesorías y ventajas diversas que los investigadores de las ciencias biológicas y médicas reciben de la industria farmacéutica y que, en los hechos, estimulan la violación sistemática de las normas de integridad intelectual.
Para la corrupción política y funcionaria en general valen las mismas consideraciones. Es imprescindible que haya reglas claras conocidas y que la violación de los estándares de desempeño y probidad tenga consecuencias prácticas negativas para los responsables, tales que inhiban su imitación y refuercen el cumplimiento de las normas. Toda otra alternativa raya en la mayor ingenuidad y peca de la más completa irresponsabilidad. Porque, incluso para la corrupción, hay afirmaciones que son rotundamente verdaderas y que exigen los debidos realismos.

martes, 16 de enero de 2007

Rosa María Rodríguez Magda

ROSA MARÍA RODRÍGUEZ MAGDA

Autora de ‘La España convertida al islam’
“El uso del velo por la mujer supone la supeditación al varón”


(Fuente: www.minutodigital.com)

El ensayo ‘La España convertida al islam’ (Áltera), de la filósofa y escritora Rosa María Rodríguez Magda, es un análisis minucioso, imprescindible para conocer el nuevo islam español. ¿Quiénes son sus miembros?, ¿cómo se definen? ¿qué pretenden? ¿cuál es su discurso? ¿Cuántas son sus tendencias?. La autora insiste en el peligro de que las comunidades musulmanas consigan, por el complejo de culpa de Occidente, derechos diferentes, como la poligamia.¿Existe un Islam español?Sí, podemos hablar de un movimiento autóctono, que arranca de los años 70, en el que gentes procedentes de la contracultura y de diversos movimientos de izquierda, también de cierto nacionalismo islámico andaluz, se hacen conversos musulmanes. Un personaje que tuvo especial relevancia fue el escocés Ian Dallas (Abdelkader as-Sufí al-Murâbit), quien, según él dice, fue manager de los Beatles. Una vez convertido al islam desarrolló una amplia labor de difusión de lo que se denomina movimiento Morabitún en Estados Unidos y en Europa. Tras la muerte de Franco empieza a recorrer nuestro país y a crear comunidades islámicas Morabitún, la primera de ellas en Córdoba con el nombre de Sociedad para el Retorno del Islam a al-Ándalus. Muchos de los líderes del resurgir del nuevo al-Ándalus son gentes que comienzan en ese movimiento y posteriormente se separan de él.

¿Cuál es el ideario de los Morabitún?En general forman comunidades cerradas, artesanales, al margen de la sociedad. Su nombre procede de los almorávides, y en su proyecto se encuentra el retorno del califato, la abolición del papel moneda, la consolidación internacional de un alto mando islámico…Pero hay otros grupos…Por supuesto, el panorama de los conversos españoles representa un mosaico de tendencias, a veces muy enfrentadas entre sí, y con escasa relación con las comunidades musulmanas que, fruto de la inmigración van instalándose en nuestro país. Entre los conversos podemos destacar a la Junta Islámica, dirigida por Mansur Escudero, con un alto poder mediático, como se ha comprobado con su reclamación de permiso para que los musulmanes puedan orar en la catedrñl de Córdoba. Hasta hace muy poco la Junta mandaba en la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI). Además, están la Tariqa Alawi oculta, los Naqshbandi, los Nematollahi, con sede en Madrid, son seguidores de Javad Nurbakhsh, promotores de la editorial sufí Nur, los Ahmadíes que propulsaron la primera mezquita de España, residen en Pedro Abad (Córdoba), ciertas comunidades originadas en Almería, que defienden un Estatuto Mudejar que reclama un gobierno musulmán en España con una administración propia e incluso un posible carné de identidad diferenciado…Junto a estos grupos existen otros de origen foráneo, como la UCIDE, integrada fundamentalmente por profesionales de origen sirio ya nacionalizados españoles. El wahabismo está relacionado con las mezquitas construidas con fondos de Arabia Saudita, como la mezquita de la M-30 en Madrid. Hay una cierta presencia de los Hermanos Musulmanes, y múltiples comunidades de inmigrantes ligadas a sus países de origen: Marruecos, Mauritania, Pakistán, Nigeria…En 1992, las comunidades integradas en la FEERI y la UCIDE conformaron la Comisión Islámica de España (CIE), que firmó con el Estado Español el Acuerdo de Cooperación.

LOS MODELOS CULTURALES: VELO, AL-ÁNDALUS

En su libro trata el mito de al-Ándalus como un referente común entre los conversos españoles.Existe un tópico común que pretende presentar al-Ándalus como una época, no sólo de esplendor sino de idílica convivencia entre las tres culturas: cristianos, judíos y musulmanes, mito que no resiste el menor análisis histórico. Así muchos conversos defienden las tesis de Ignacio Olagüe afirmando que no hubo conquista musulmana de Hispania, sino una ocupación pacífica, alentada por la superioridad cultural del Islam, desde este punto de vista la reconquista queda presentada como una injustificable acción genocida. Me parece muy peligroso alentar esa visión falseadora de la historia, y más cuando, como ha demostrado Gustavo de Arístegui en su último libro, la obsesión por reconquistar al-Ándalus es una constante del islamismo más radical.Su libro ‘La España convertida al islam’ también aporta datos para comprender la actual situación de los musulmanes en Europa: las polémicas del comunitarismo y el laicismo, el debate del velo, las causas de los pasados disturbios de los barrios en Francia…Si, creo que es importante suscitar un debate en España, como ya se está realizando en otros países europeos sobre la identidad cultural europea y su presente multirracial y multirreligioso. El derecho a la diferencia no debería implicar derechos diferenciales. Existe una perversión del multiculturalismo cuando las culturas se presentan como entidades homogéneas, separadas entre sí, y no aceptan en su seno el pluralismo. Los derechos humanos, la igualdad de los sexos, la libertad individual… no son rasgos de ningún imperialismo cultural, sino las reglas del espacio social democrático. No me parece saludable marcar religiosamente a los grupos sociales, por encima del derecho de los grupos a practicar su religión está el derecho individual a cambiar de religión, disentir de ella o no practicar ninguna.La cultura musulmana postula una diferente percepción de la imagen de la mujer.

¿Qué implicaciones puede tener en las sociedades occidentales?

El uso del velo no puede entenderse como una mera característica indumentaria, pues está cargada de toda una simbología moral, de recato, separación de los sexos y supeditación al varón. El hecho de que una mujer musulmana sólo pueda casarse con un musulmán tiene también relevancia dado que contribuye a formar comunidades endogámicas. Especialmente preocupante me parece la reivindicación de las comunidades musulmanes en países occidentales, y también por parte de los conversos españoles, de la legalización de la poligamia, situación ésta que es un flagrante atentado contra la igualdad de los sexos.

EL COMPLEJO DE CULPA DE OCCIDENTE

¿Cree que las políticas de integración que se están llevando a cabo en los países europeos son satisfactorias?

Evidentemente no, y ahí tenemos los casos de los atentados en Londres o los disturbios en los barrios franceses. España debe aprender de estas circunstancias, urge clarificar un modelo europeo de integración justo, igualitario y respetuoso con su propia tradición, los derechos humanos y los valores de la democracia. Esa es una tarea no solamente política sino también de debate intelectual…Es preciso un trabajo en un doble sentido, por un lado social, pues una integración insuficiente genera guetos, estamos viendo cómo los jóvenes de segunda y tercera generación asumen posturas contrarias a occidente y son tentados por tendencias de un islamismo radical. Y por otro lado es necesario que el llamado pensamiento occidental revise muchas de sus falacias, la autocrítica de un pasado imperialista o colonial no puede implicar el debilitamiento de los valores “ilustrados”, no puede ser utilizada desde la victimización por aquellos que sustentan posturas premodernas. Un concepto acrítico de tolerancia puede encubrir sectarismos. Es un problema delicado, pienso que muchos intelectuales europeos y americanos se hallan presos en el chantaje multicultural y otros en la autocensura por miedo. Prolifera un ‘buenismo’ de grandes palabras que no baja a analizar posicionamientos concretos. Occidente está atrapado en la ‘culpa’, pero no sólo existe el racismo del hombre blanco, sino también un neorracismo reactivo, sea éste étnico, nacional o religioso. Cuando el antirracismo se convierte en defensa comunitaria, identitaria, victimista, que no acepta la disidencia en su seno, nos encontramos con un neorracismo reactivo, un totalitarismo que pierde su derecho moral a llamarse antirracismo. Cristina Cifuentes

lunes, 15 de enero de 2007

Theodor W. Adorno

Retrato del filósofo como niño

CARTAS A LOS PADRES Por Theodor W. Adorno-(Paidós)-Trad.: Griselda Mársico-325 páginas-($ 43)

(Fuente: www.lanacion.com.ar)

Cartas a los padres (1939-1951) forma un involuntario díptico con otro volumen del filósofo y musicólogo alemán Theodor Wiesengrund Adorno (1903-1969), aquel que recoge sus intercambios con Thomas Mann y que se publicó en castellano el año último. A ambos libros los hermana un período idéntico que abarca, en su parte más relevante, el exilio norteamericano y el trasfondo, distante pero sonoro, de la Segunda Guerra Mundial. Los distancia -de ahí su complementariedad- el tono, la cadencia, los énfasis. Las cartas cruzadas con el gran novelista alemán son un documento imprescindible de historia intelectual; las que Adorno les envía a Oscar y Maria, sus padres, que como él debieron abandonar la Alemania nazi y afincarse en los Estados Unidos, traman, por el contrario, ideas, apuntes cotidianos y un formidable chismorreo que constituyen, en suma, una adorable novela familiar. La edición no reproduce las cartas paternas (la mayoría, de hecho, no se conservaron), pero sí incluye un completo e imprescindible aparato de notas. Los interesados en el desarrollo de las ideas filosóficas o en la actividad desplegada en los Estados Unidos por el filósofo de la Escuela de Frankfurt tienen fuentes más importantes a las que recurrir, desde la biografía escrita por Stefan Muller-Doohm hasta los libros de Martin Jay o Claus Offe. Sin embargo, en Cartas a los padres , pueden hallarse indicios más informales sobre sus trabajos. Tal vez valga la pena subrayar la sumaria definición que Adorno da de lo que será Minima Moralia (en él explicará -dice- "en qué se ha convertido ´vivir bajo las condiciones del capitalismo monopólico"), adentrarse en los numerosos problemas para financiar sus proyectos que tuvo el célebre Institut für Sozialforschung, liderado por Max Horkheimer y al que él pertenecía, o detenerse en algunos gustosos comentarios musicales. Este reguero de ideas -al que deben sumarse el seguimiento ansioso de la contienda bélica, el nazismo, la vida dañada del desterrado- está siempre enmarcado por las minuciosas descripciones de avatares cotidianos, las referencias sarcásticas a otros miembros de la familia, la preocupación por la salud propia y ajena. El filósofo y su mujer, Gretel, que suele participar de los mensajes, comparten una inédita pasión zoológica que se refleja en los modos de invocar a la madre ("hipopótama maravilla", "gordopótama", "mi animal") o en el modo de firmar (además del obvio "Teddy", Adorno se llama a sí mismo "el caballo", "los dos equinos" o, en el caso de Gretel, "la jirafa gacela"). Esta visible corriente afectiva, que contradice la seria imagen pesimista que supo cultivar el filósofo en sus escritos, impregna cada carta. Adorno, que se encuentra residiendo en California, agradece con calidez cada envío de bebidas alcohólicas, da consejos sobre cómo capear el pesado verano neoyorquino o ennumera con emoción los poemas que grabó en un disco de pasta y le envía a la madre mientras el padre, que moriría en 1946, se encuentra agonizando. Tampoco ahorra tinta al referirse a la vida social que él y Gretel llevan en la Costa Oeste, estampas en las que aparecen Mann, Brecht o Fritz Lang, pero también Greta Garbo, que protagoniza la anécdota más desopilante de todo el volumen. Todo epistolario deja margen para que los lectores -al fin de cuentas, espías en un coto privado y ajeno- sientan en ocasiones una dosis de pudor, y éste no es la excepción. En cierto momento, Adorno cuenta entre líneas y con mal disimulada jactancia la depresión que le produce el abandono de una amante "baudeleriana" (se consideraba a sí mismo, cuenta Muller-Doohm, un Don Juan) o se queja por el escaso interés que los padres demuestran por sus múltiples trabajos. No quiere hacer reproches, argumenta, sólo expresar una tristeza, contribuir a que Oscar estime correctamente "al animal maravilloso que él mismo produjo". En esos insterticios Cartas a los padres encuentra un valor agregado. Además de ser el fresco oblicuo de una época nerviosa, de mostrar el taller de un pensador notable, traza el inesperado retrato del filósofo como hijo -vale decir, como niño- "incorregiblemente intelectual, malvado, pero bueno".
Pedro B. Rey

viernes, 12 de enero de 2007

Fernando Savater

(Fernando) Savater: «Todos podemos ser lo que queramos, lo que importa es saber estar»
María Garzón
jueves, 11 de enero de 2007
(Fuente: http://www.diariodepozuelo.es)

Fernando Savater llenó ayer la sala de conferencias del Centro Cultural MIRA en la que habló de ciudadanía, política y sociedad. Al acto asistieron además, Jesús Sepúlveda, alcalde de Pozuelo y Ricardo Manso, director de la Asociación El Ágora, entidad organizadora del Foro de las Ciencias.
El filósofo y escritor destacó la necesidad de educar a las nuevas generaciones en los valores de la democracia, enseñarles a «disfrutar de las ventajas, hacer una crítica constructiva y participar» en una Sociedad de la que «todos somos gobernantes» y en la que debemos huir de la ignorancia de aquellos «incapaces de detectar las demandas sociales».Durante una hora y media el público estuvo expectante a las palabras de Savater que despertaron admiración en la mayoría de los casos. No obstante, muchos de los asistentes mostraron su desilusión con como está el mundo actual y si bien están de acuerdo con los buenos propósitos que presentaba el filósofo pedían medias más prácticas y tal vez más duras. '¿Cree usted que con implantar una asignatura de ciudadanía sería suficiente?', '¿no deberíamos cambiar primero las leyes para adaptarlas a los nuevos tiempos?', fueron algunas de las preguntas que le realizaron.

«No asistiré a la manifestación contra el terrorismo»Tras la conferencia los asistentes aprovecharon para preguntarle también sobre la actualidad política. Savater afirmó que no asistirá a la manifestación del próximo sábado en Bilbao convocada por el Gobierno Vasco contra el terrorismo. El motivo, el lema, 'Por la paz y el diálogo', que en palabras del filósofo, «son los términos que utiliza el entorno terrorista».

División de opiniones ante una pregunta al alcaldeUno de los asistentes aprovechó su turno para preguntarle al alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, si él apoyaba la tesis de quitarle al País Vasco la autonomía tal y como defendía el artículo 'Los límites de la Paz', que Savater había publicado esa mañana y que el alcalde había elogiado al comenzar la charla.«Yo, no le quitaría la autonomía al País Vasco», respondió escuetamente. Tras un silencio tenso, vino la división del opiniones ya que parte del público aplaudió y otra se quedó callada o comentando a media voz su reprobación.

Gustavo Bueno

Filósofo Gustavo Bueno: el Gobierno (español) se equivocó al hablar de proceso de paz " (en el caso ETA) cuando no existe guerra"


En el caso de que exista guerra, añadió el filósofo, "hay que meter los tanques en Bilbao que para eso están, como también están en Afganistán".
El filósofo y profesor emérito de la Universidad de Oviedo, Gustavo Bueno, manifestó hoy el Gobierno se equivocó al hablar de proceso de paz "cuando no existe guerra". Bueno advirtió de que si existe "guerra", entonces habría que "meter los tanques en Bilbao".
Para Bueno, las personas que no advierten que ETA seguirá matando son "débiles mentales, bobos o analfabetos".
Bueno, en declaraciones a Europa Press, comentó que el gobierno de España incurrió desde un principio "en el error fundamental de hablar de proceso de paz cuando no existe guerra".
El profesor asegura que el Gobierno se olvida de que la guerra supone la conculcación de un orden establecido y esto implica que existan "vencedores y vencidos". Y en el caso de que exista guerra, añadió Bueno, "hay que meter los tanques en Bilbao que para eso están, como también están en Afganistán".
Para Bueno el dialogo con la banda terrorista ETA no es posible porque los órdenes que pretenden establecer la banda y el ejecutivo son "contrapuestos". "El Gobierno pide reestablecer un marco donde se mantenga la Constitución Española y ETA desde el principio está constantemente reafirmando la independencia, la anexión de Navarra y 'el País Vasco francés".
MÁS ESTUDIAR Y MENOS MAQUILLARSE, DOÑA MARÍA TERESA
Por esta razón, Bueno calificó el diálogo con los terroristas de "diálogo de sordos" y emplazó al Gobierno de la nación a mostrarse fuerte contra los terroristas. Criticó a la Vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, a la que pidió que "se preocupe más por estudiar" que por "maquillarse y comprar trajes". Bueno se preguntó cómo es posible que De la Vega culpe a Rajoy de la política antiterrorista que "fabrica" el Gobierno.
En este aspecto el filósofo asturiano no se mostró muy convencido ya que afirmó que "el PSOE prefiere aislar al PP pactando con los nacionalistas que adoptar una postura firme contra el terrorismo".
DEJARSE DE JUEGOS SEMÁNTICOS
"Zapatero debería de expresar a la opinión pública que el proceso está roto y cerrado y dejarse de juegos semánticos", expresó Bueno, y añadió que "no se puede confundir a la opinión pública como se está haciendo desde el ejecutivo".
Bueno manifestó que después del atentado el PSOE ha mantenido reuniones con el entorno terrorista y según el filósofo asturiano "hay que pensar que o el gobierno ya se ha comprometido en algo con la ETA o que nuestros gobernantes son imbéciles".
Según el catedrático emérito de la Universidad de Oviedo, el Gobierno "no quiere romper el proceso porque hay pactos", y ETA sabe que después de la caída de la URSS "no tiene nada que hacer". Para Bueno los terroristas "no tienen salida y pretenden engañar al Gobierno para conseguir la autodeterminación". "La banda terrorista tienen una gran minoría que les apoya en el País Vasco y el Gobierno está perdiendo terreno", añadió.
En definitiva, según Bueno, el PSOE no volverá al Pacto Antiterrorista porque "juega a no perder votos" para las siguientes elecciones y preferirá buscar el apoyo de los nacionalistas que el de la mitad de los españoles para "plantar cara" al terrorismo. "No se puede dialogar con alguien que anuncia una tregua con las capuchas puestas", concluyó Gustavo Bueno. [Europa Press]
Un pasito más: no todos pueden ser imbéciles en el gobierno. Alguno habrá que sea al menos mediocre. Por lo cual, es más verosímil la otra opción: que "el gobierno ya se ha comprometido en algo con la ETA".

Paz Digital, 10-01-2007

miércoles, 10 de enero de 2007

Alfred N. Whitehead

La filosofía y teología del proceso, en el corazón del diálogo ciencia-religión
(Fuente: www.upcomillas.es)

Las ideas de Whitehead entraron en colisión con la ortodoxia católica y protestante

La obra científica y filosófica de Whitehead ha marcado en los Estados Unidos una de las tendencias más importantes en el diálogo ciencia-religión durante todo el siglo XX, que va unida a la llamada filosofía y teología del proceso. Para Whitehead, la teología cristiana tradicional respondió a la metafísica de un ser absoluto, todopoderoso y omnisciente, fuente única de todo ser. En consecuencia, considera que esta idea de Dios debe ser sustituida por la de un Dios del proceso que dará lugar a una reinterpretación de las enseñanzas de Cristo. Y aunque la teología católica fue siempre remisa a emprender un diálogo a fondo con la teología del proceso, un mayor interés hacia ella hubiera podido enriquecer muchos contenidos de la teología católica moderna y cristiana en general.

Por Guillermo Armengol.



No puede hoy abordarse el estudio de las relaciones ciencia-religión en el siglo XX, sobre todo en la cultura anglosajona, sin conocer la filosofía de la ciencia y de la religión de Alfred N. Whitehead. Su influencia ha sido enorme en la teología norteamericana, siendo el gran maestro que inspiró la llamada filosofía y teología del proceso. Su imagen del universo físico respondió a la mecánica cuántica naciente en la primer mitad del siglo XX. El mundo procesual de la ciencia le condujo a un entendimiento de Dios cercano al platonismo y a la introducción de temas teológicos muy problemáticos, entre los que destaca el de la autolimitación divina en el mundo. La moderna teología de la kénosis (del ocultamiento e impotencia divina ante el mundo) en el siglo XX no puede rastrearse sin recoger las influyentes aportaciones de Whitehead, siempre unido a la filosofía-teología del proceso. La filosofía del proceso nace con el pensamiento del físico y filósofo inglés, afincado pronto en la universidad americana de Harvard, Alfred North Whitehead (1861-1947). Su filosofía es ya una filosofía del proceso. Pero el nacimiento de la teología del proceso, debe conectarse con una serie de discípulos que tienen en Charles Hartshorne su figura sin duda más relevante. Se consolidó en la década de los sesenta con la escuela de Chicago y la fundación de la revista Process Studies. Desde los años fundacionales ha sido constante la presencia de la filosofía-teología del proceso en la teología anglosajona, principalmente en América. Hoy en día sigue existiendo una corriente ortodoxa de esta filosofía-teología que enlazaría con la línea de pensamiento de sus autores básicos de referencia: A.N. Whitehead, Charles Hartshorne, John B. Cobb, David Ray Griffin y W.H. Vanstone.

Alfred North Whitehead

Whitehead nació en 1861 (muere en 1947). Fue Lecturer de matemáticas en Cambridge hasta 1911 y de matemáticas y física en Londres hasta 1924, año en que pasó como profesor de filosofía a Harvard. De su primer período destacan sus colaboraciones con Bertrand Russell que le dieron a conocer en todo el mundo; sobre todo los Principia Mathematica (3 volúmenes, 1910-1913), donde justificaban el fundamento lógico del razonamiento matemático. Science the Modern World (1925) y Religion and Making (1926) aparecieron ya en América. Pero fue el encargo de las Gifford Lectures en 1927-28 lo que derivó a la preparación de su obra fundamental publicada con el título de Process and Reality (1929). En ella se explica su metafísica procesual no como pura ciencia o descripción objetiva, sino como cosmología metafísica siempre referida a un sujeto, testigo privilegiado del proceso fluente de la realidad. Es ya lo que él llamó “filosofía orgánica” (philosophy of organism). Modes of Thought (1938) es su último libro, donde ofrece una presentación general de sus ideas de forma más divulgativa, menos técnica y asequible; probablemente también una de sus obras imprescindibles.

Temas de la filosofía-teología del proceso

Ha tratado de la ontología metafísica del mundo físico que pudiera conciliar el cristianismo con la ciencia moderna; ha tratado de la revisión del cristianismo para adaptarlo a la cultura actual y hacerlo inteligible por el hombre moderno; ha tratado de cuestiones teológicas tan importantes como el problema del mal y del sufrimiento humano; ha tratado del problema de la limitación o autolimitación divina en el mundo y de la kénosis divina; y ha replanteado también un sin número de cuestiones morales. Y todo ello siendo una teología teísta, cristiana y religiocéntrica, aunque heterodoxa. La teología católica fue siempre remisa (al menos en Europa, aunque no tanto en América) a emprender un diálogo a fondo con la teología del proceso. Muchas de sus afirmaciones entran en colisión con principios básicos de la iglesia católica y de otras iglesias cristianas, como por ejemplo la iglesia de Inglaterra. Pensamos que un mayor interés hacia la teología del proceso, al menos su discusión, hubiera podido enriquecer muchos contenidos de la teología católica moderna y cristiana en general.

Matemáticas y física: la imagen del mundo en la ciencia

Al entrar Whitehead en la metafísica tenía ya en su mente la imagen del mundo en la ciencia moderna. Es más: da la impresión de que el detonante de su tránsito a la metafísica fue precisamente la idea de que la ciencia había puesto patas arriba la metafísica tradicional y era necesario crear una nueva metafísica congruente con ella. Su obra de 1925 (La ciencia y el mundo moderno, CMM) muestra cómo la ciencia exige una transformación del mundo para hacerlo “moderno”: es la ciencia la que hace moderno al mundo, forzando también una metafísica y una religión modernas. En CMM se nos ofrece la imagen científica que condicionó la filosofía de Whitehead. Recordemos que la mecánica matricial de Heisenberg y la mecánica ondulatoria de Schroedinger, giran en torno a 1924-25, tiempo de la publicación de esta obra. Al redactar “Proceso y Realidad” en los años siguientes, hasta 1929, tuvo tiempo de seguir la deliberación de la mecánica cuántica en sus años más creativos: pero era un tiempo todavía inicial en que, por ejemplo, sólo se conocía la existencia del protón y del electrón (ni siquiera se había confirmado experimentalmente la del neutrón). Sin embargo, al leer el capítulo VIII de CMM sobre la mecánica cuántica (tras la historia de la evolución de los conceptos científicos analizada en capítulos anteriores), entendemos que a Whitehead le bastaba ya lo que la ciencia había dado de sí hasta 1925 para alcanzar una intuición precisa de la naturaleza del mundo físico que iría confirmándose en la evolución posterior de la ciencia hasta nuestros días. La realidad física (CMM, c. VIII) estaba constituida por materia corpuscular que fundaba la individualidad, discontinuidad, distancia e interacciones entre las cosas (describible por la mecánica); pero esa materia corpuscular era también al mismo tiempo vibración ondulatoria (que exigía una física de los campos en un marco de continuidad física). A los eventos microfísicos primordiales (vg. el electrón en su orbital cuántico) no se les podía atribuir una identidad estable en el tiempo. Sin embargo, un fluir de eventos microfísicos constituía y daba cierta estabilidad en el tiempo a los objetos macrofísicos, aunque también abiertos en su interior a la evolución y transformación continua. Para Whitehead, era evidente que la física de comienzos del XX describía un mundo que fluía por eventos inestables, que se relacionaban entre sí por prehensiones físicas para constituir entidades actuales, como sociedades de eventos organizados, que se transformaban dinámicamente en un proceso continuo.

Metafísica whiteheadiana

Whitehead forma parte, pues, de un movimiento epocal claramente embarcado en la ola del vitalismo. Pero no creemos, como a veces se dice, que influyeran en él de forma significativa autores como Santayana, Spengler o Ralph Waldo Emerson. Sin embargo, estamos convencidos de la influencia que debieron de ejercer sobre él Charles Sanders Peirce, William James y, sobre todo, el filósofo francés Henri Bergson. Este último, cuando Whitehead llegó a su maduración filosófica, tenía ya desde hacía algunos años sus grandes obras en el mercado de las ideas y su fama era internacional. Lo más probable es, pues, que lo conociera, e incluso que se inspirara en él. Nosotros, al menos sí lo creemos (y se comprueba por las frecuentes menciones de la metafísica bergsoniana). Whitehead verá la necesidad de construir esa nueva metafísica, haciendo una revisión original del pensamiento bergsoniano, dándole más precisión, ajustándolo más a la ciencia, suprimiendo los saltos líricos, y formulándolo con una nueva terminología, menos poética, más técnica, aunque mucho más críptica y difícil. Whitehead, en lugar de “vida”, usará el concepto de organismo y su filosofía será “organicista”. En resumidas cuentas, tanto Bergson como Whitehead se mueven dentro de la misma intuición de un paradigma vitalista-procesual de fondo (frente al dualismo y al mecanicismo) que responde plenamente al sentir de su época.

Conceptos básicos de la filosofía física de Whitehead

Entidades actuales. Son entidad actual un árbol, una partícula elemental y también el mismo Dios. En términos científicos diríamos (y esto es lo que Whitehead tiene in mente) que todo objeto es resultado de la interacción entre multitud de eventos microfísicos. Objetos eternos. Las entidades pueden ser para Whitehead actuales (las cosas reales existentes) e ideales (puras formas no existentes pero que podrían definir realidades existentes). Estas entidades ideales se conocen como los “objetos eternos”. Concrescencia. Las entidades actuales son resultado de un proceso de “concrescencia”. Este término proviene de la biología y significa la unión y crecimiento unitario de partes originalmente separadas. Prehensión. La “prehensión” es un término que describe la actividad de cada una de las entidades actuales cuando realizan la concreción con otras entidades. La unidad del universo se construye por prehensión de unas entidades actuales sobre otras. La prehensión orgánica del universo. Esta unidad es orgánica, sistémica, abierta al “todo” del universo; no es individual, cosista, cerrada, localizada. Las entidades actuales están unidas a todo el universo por prehensión. Si una entidad actual, digamos el hombre o un animal por sus sentidos, está abierto a la sensación de un mundo externo existente no puede explicarse sino por el hecho de que el cuerpo animal o humano está abierto, o unifica en sí mismo prehensivamente diferentes contenidos ambitales del universo.


Dios en la metafísica de Whitehead

El mundo de Whitehead son eventos actuales, agrupados en sociedad o estructuras, por medio de prehensiones físicas y conceptuales, abiertos a un mundo de objetos eternos, embarcados en un proceso de concrescencia en la unidad del universo, atribuyendo a los eventos un feeling subjetivo (Whitehead era pampsiquista) dado en la misma realización física de las prehensiones, etc. Esta metafísica responde a la imagen de la ciencia (la imagen cuántica que Whitehead ya tenía), pero responde también a la intuición “vitalista” (Bergson) de un universo en proceso que produce la “experiencia psíquica” porque ésta está ya en sus entrañas ontológicas. Hasta aquí todo es admisible. Pero, ¿por qué introducir en esas entrañas ontológicas la realidad de un ser divino? Un primer argumento es que la naturaleza como proceso es un continuo surgir de cosas nuevas por medio de las prehensiones y la concrescencia; en ese surgir de lo nuevo hay configuración de un “plus de ser” que va más allá del ser de las entidades que por la prehensión lo constituyen. Por ello, en el proceso evolutivo, la potencialidad general del universo, su ascenso creativo hacia la novedad, debe estar fundada en una entidad actual especial, no temporal, dada siempre como fondo ontológico del universo, y que se nombra como Dios. Nada puede salir del no-ser para introducirse en el mundo actual: Dios es la entidad actual fundante de la que brota la potencialidad (ontológica) del proceso universal. El segundo argumento whiteheadiano es más difícil, pero lo mencionamos. El proceso evolutivo ha producido multitud de formas extraordinarias: son de por sí pura potencialidad, formas abstractas no realizadas y sin relación con las entidades actuales; ¿cómo han podido, sin embargo, entrar en el proceso creador de las entidades actuales? Whitehead responde que Dios es precisamente la mediación entre lo potencial (los objetos eternos) y la actualidad (su actualización en el mundo como proceso concrescente).

Crítica de la idea religiosa de Dios en la teología cristiana

Se centra en dos supuestos. Primero critica sus conexiones con la filosofía griega; segundo la imagen de la sociedad de su tiempo, socio-políticamente referida al gobierno de un monarca absoluto (en el mundo romano o en los despotismos mesopotámicos). Frente a esta teología inductora de una idea falsa de Dios, el mundo moderno y la filosofía del proceso ofrecen una imagen distinta de Dios. El Dios que se desprende de la enseñanza de Cristo es “en lugar de un Dios-Déspota, un Dios-Amor que obra por el amor y la persuasión. En lugar del Motor-Inmóvil, un Dios-Amor que padece el sufrimiento del mundo. En lugar de un Dios-Moralista, un Dios-Amor que salva la inmediatez presente al absorverla incesantemente en su propia harmonía”. Para Whitehead la teología cristiana tradicional, desde sus fuentes patrísticas greco-romanas, respondió a la metafísica de un ser absoluto, todopoderoso y omnisciente, fuente única de todo ser. Esta idea de Dios debe ser sustituida por la idea de un Dios del proceso que dará lugar a una reinterpretación de las enseñanzas de Cristo.

El Dios cristiano de Whitehead

La persuasión divina. La idea de que Dios no obra sobre el mundo de forma coercitiva, sino por persuasión, es una pregnante formulación de Whitehead. Caer en la cuenta de que Dios obra por persuasión supone para Whitehead romper con la filosofía-teología clásica del cristianismo que se movió siempre en el marco del Dios dominador, que se impone por la razón y por el orden moral. Como tal se constituye en un principio coercitivo que domina la vida de los individuos. La acción continua de Dios es una acción persuasiva, amorosa y suave, porque no rompe ni condiciona la libertad del movimiento de la naturaleza. La acción de Dios es así la victoria de la persuasión sobre la fuerza. Esta es la manera de pensar debería constituirse en uno de los ejes de la reforma moderna de la religiosidad. El mal y la limitación divina en omnipotencia y omnisciencia. Se debe partir de que el Dios de Whitehead no es creador. La metafísica whiteheadiana no lleva a un ser divino transcendente que decide crear en un determinado momento. Dios y el mundo, el proceso, son como son y Dios no lo ha hecho, no lo ha creado. No es, por tanto, responsable del proceso. Debe atenerse a lo que hay: no es omnipotente para intervenir ilimitadamente. Además, por ello mismo, no es omnisciente sobre la evolución final del proceso, ya que este depende de sí mismo, de su propio impulso y, en último término, de la libertad. El mal es, pues, inherente al universo por sí mismo. Dios en alguna manera sufre el mal de la misma manera que lo sufren las entidades actuales al ver frenado su impulso hacia el bien. Dios, inmerso en el proceso, no es responsable del mal, sino, más bien, el fellow sufferer who understands, el fiel compañero que sufre como nosotros, que nos acompaña y nos comprende.

Problemas de la metafísica whiteheadiana

La metafísica clásica entiende que a Dios, como decía la escolástica, no se le encuentra en las “causas segundas”, sino como “causa primera”; esto es, cuando se busca la absolutez y necesidad última, ya dentro de un discurso propiamente filosófico y no sólo científico. Por ello, el mundo como un todo es un sistema de causas segundas congruente que presenta autonomía y suficiencia funcional. Whitehead, en cambio, no cuestiona el mundo en el nivel último de la “causalidad primera” (de su absolutez y necesidad), ya que el mundo es para él eterno: absoluto y necesario. El problema de Whitehead consiste en explicar el sistema de las “causas segundas”, ya que éstas no parecen constituir un sistema congruente si no se introduce la referencia a Dios como un elemento del mundo. Pongamos un ejemplo para entenderlo. Consideremos un artilugio complejo (un ordenador, un coche …). La metafísica clásica no cuestionaría que ese artilugio funcionara autónomamente de forma congruente y suficiente. Lo cuestionaría en preguntas fronterizas, muchas no respondibles por la ciencia: su persistencia indefinida en el tiempo, su origen, el diseño racional a que responde, etc., apuntando al problema de su absolutez y necesidad últimas. En cambio, Whitehead daría por sentado que ese artilugio es absoluto y necesario, eterno en el tiempo. Pero su argumentación diría que ese artilugio no presenta un funcionamiento inteligible si no se postula la existencia de un Dios que forme parte de la ontología interna del mismo artilugio. Dios sería necesario para las funciones propias del artilugio, fuera éste un ordenador, un coche u otro cualquiera. Esta manera de pensar whiteheadiana presenta no pocas dificultades. La ciencia, en efecto, avanza con toda firmeza en la descripción del sistema del mundo como una estructura de interacciones causales autónoma y suficiente: las “causas segundas” forman un sistema explicativo en total congruencia. Es evidente que la suficiencia actual de las ciencias hará mucho más difícil introducir referencias teístas en un nivel de análisis de las “causas segundas”. Una última consecuencia de la metafísica teísta de Whitehead es que parece situarse en una dimensión teocéntrica que no atiende suficientemente al hecho de que es posible construir una hipótesis explicativa del universo sin Dios. Es verdad que Whitehead no presenta su metafísica teísta como una “demostración”, sino como una “opción de congruencia”; pero, a nuestro entender, se trata de una opción de congruencia teísta y teocéntrica.

Guillermo Armengol es miembro de la Cátedra CTR.