La gramática se vuelve panhispánica
España deja de ser el principal referente de la 'Nueva gramática de la lengua española' que hoy aprobarán en Medellín la RAE y las 21 academias de los otros países del área linguística
"La de Nebrija es bella y ésta es colectiva", explica Ignacio Bosque, ponente y autor del borrador de la Nueva gramática de la lengua española, que hoy, con la presencia de los reyes de España y el presidente de Colombia, se aprobará en Medellín en una sesión pública del pleno de la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua. "Es una gramática construida entre todos, entre las 22 academias, y en la que por vez primera España no es eje vertebrador. El objetivo ha sido buscar un español común y luego añadirle las variantes allá donde se encuentren, España incluida", añade Bosque.
Esta visión panhispánica se ha reflejado en la gramática, cuya antecesora se remonta a 1931, en el hecho de que en cada apartado se especifican las variantes o matices que pueda tener en cada país. Así, en el capítulo del género, cuando la nueva gramática explica que algunos sustantivos femeninos pueden acabar en o, cita el caso de la radio, que sin embargo "posee género masculino (...) cuando designa un receptor de ondas en México, Centroamérica, las Antillas, el Caribe continental y los países andinos". El cuidado de los académicos ha sido tal que hasta la inclusión de ejemplos extraídos de textos literarios proviene también en buena parte de la narrativa de autores hispanoamericanos.
Ignacio Bosque era el primer eslabón de un complejísimo proceso de producción que pasaba por un primer esbozo de cada capítulo que él realizaba, que luego se convertía en borrador con las observaciones de ocho gramáticos asesores de América y de España. Ese texto entraba entonces en una larga fase académica, en el que era analizado por la Comisión de Gramática de la RAE, discusiones con las que el ponente hacía el primer texto básico, enviado a todas las Academias y coordinadores de las ocho áreas lingüísticas (Andina, Antillas, EE UU y Filipinas, España...). Sus indicaciones pasaban a la Comisión Interacadémica, de la que salía un texto provisional que volvía a las academias, que aprobaban la versión definitiva en una sesión conjunta.
"Hasta ahora, las gramáticas nunca habían descrito lo que se comparte y lo que no en la lengua española", apunta Bosque. "Una de las sorpresas tras la realización de la obra es que con ella se toma conciencia de cuánto tienen en común los hispanohablantes, mucho más de lo que se imaginan", asegura el ponente.
Una riqueza descrita que hace más llevaderas las recomendaciones de carácter normativo que da la nueva gramática y que refuerzan la unidad de la lengua española en su diversidad, que es la divisa del IV Congreso Internacional de la Lengua Española, que comenzará el lunes en Cartagena de Indias tras la finalización hoy del XIII congreso de la Asociación de Academias con la aprobación de esta Nueva gramática de la lengua española que los expertos no dudan en calificar como una de las más importantes realizadas nunca en esa lengua, precisamente por esta atención a las distintas modalidades del idioma que por primera vez recoge.
Una vez acordados y aprobados los contenidos, los esfuerzos se centrarán en la fase de edición. Los responsables de la RAE esperan que la obra aparezca publicada en la primavera del año próximo, editada por Espasa.
"El diseño de la portada ha quedado muy bonito y dentro también, quizá habrá que retocar las palabras en negrita, porque han quedado muy llamativas", comentaba ayer José Manuel Blecua, responsable de la sección de fonética y fonología de la obra. Su atención por el detalle es la parte final del trabajo académico, realizado en los últimos nueve años, que se traducirá en un volumen de 2.500 páginas y que las academias han decidido que vean la luz en dos versiones: la básica y, como ya hiciera con la Gramática de 1854, un compendio, de unas 800 páginas, con un texto más simplificado en lo referente a cuestiones técnicas "y que no presupone un conocimiento previo de su usuario como sí recomienda quizá el primero", indica Ignacio Bosque.
La Nueva gramática está estructurada en cuatro grandes apartados: Cuestiones generales, Fonética y fonología, Morfología y Sintaxis, con un total de 55 capítulos, amén de índices de voces y materias. El detallismo de la nueva obra hará que ésta se ponga a la venta conjuntamente con un DVD en el que se recogerán las variantes de pronunciación y ritmo del español en las distintas áreas lingüísticas, amén de ofrecer un curso de fonética española, algo que de por sí es novedoso en este tipo de gramáticas y que será una de las aportaciones más destacadas de esta edición.
En el campo formal destaca, asimismo, el uso de dos tamaños de letra, para separar los aspectos más relevantes de otros complementarios de cada información.La obra incorpora un DVD con las variantes de pronunciación en todos los países
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